El ambiente es lúgubre, todos están cabizbajos... Mientras se prepara una ceremonia para Eon, decidí escaparme de mis apocentos curativos para darle una ojeada a la casa. No había nada interesante, cuartos con camas, algunos baños, una biblioteca muy pobre y una cocina. Cuando iba de regreso a mi cuarto, encontré una recámara secreta, para mi sorpresa, solía ser la recámara de Eon. No lo dudé, entré.
Tenía muchos retratos, en la gran mayoría el salía, pero no en el centro de la foto, si no, como un elemento más del fondo, en todas parecía estar ahí como de casualidad...
Encontré también un diario y más retratos, me senté a leer, era un diario de una persona normal, relataba todo lo que hacía en sus días, y era muy emotivo. Ver unas flores podía hacerlo llorar.
Estuve a punto de dejarlo... hasta que encontré algo que me dejó helado. Era algo que había pasado de largo, por querer saber más acerca de Eon.
"24 de diciembre de 1918.
Desperté un poco más tarde de lo normal y fui a la iglesia con mi madre. Al regresar ella empezó a preparar la cena, mientras yo preparaba la mesa, mi padre había prometido regresar para estas fechas, hacía más de 12 meses que se había ido.
La guerra ya ha llegado a su fin, hay un ambiente de armonía, todos tratan de ayudarse a si mismos.
Estaba la cena servida cuando entró mi papá, fue un momento totalmente hermoso. Nos abrazamos, lloramos...
Nos contó sus experiencias, pero era bueno que estuviera en casa.
Después de una gran cena, subí a recostarme, no pude conciliar el sueño... abrí la ventana, y me senté en el borde a contemplar a la luna y las estrellas.
Escuché la puerta, era mi padre, venía llorando. Aun no creía que ya estaba en casa. Platicamos muchas cosas, entre ellas, me comentó que había conocido a "los hijos de la noche". Y que eran realmente espeluznantes esos sujetos. Después de una larga plática se fue. a mis 19 años de edad, nunca había escuchado de "los hijos de la noche".
Me volví a sentar en el borde de la ventana. Y miré hacia abajo y ahí estaba ella, una mujer rubia, pálida, bastante bella, ojos grises. Me miraba, comenzó a espantarme su mirada, pues era pesada, decidí entrar y cerrar la ventana. Cuando vi que mi padre salió a verla, se abrazaron. Y cuando se separaron voltearon a verme. Corrieron hacia dentro de la casa.
Mi madre dormía y yo no sabía que pasaba, mi papá abrió la puerta de mi recámara y detrás de él estaba ella. Mi papá estaba irreconocible, sus ojos lloraban, se hincó ante mi y me pidió perdón, bajé la mirada para verlo y cuando la levanté ella estaba frente a mi sonriendo de una manera tan macabra y horrible... no pude más que tirarme hacia atrás, ella me tomó de el cabello y me arrastró yo estaba triado, viendo hacia donde mi padre, que seguía hincado sin hacer mucho, cuando sentí en mi cuello el aliento frío de esa mujer... Me empezó a morder y no dolía... era placentero, pero en eso mi papá saltó sobre ella, pelearon, gritaban, era una escena horrible.
Mi madre entró con un cuchillo y se lo clavó en la garganta a ella. Ella cayó, pero inmediatamente se incorporó y saltó por la ventana.
Mi madre y yo nos acercamos a mi padre. Sólo nos dijo que en la mañana nos fuéramos de ahí y que nos amaba. Murió esa madrugada."
¡Eon también tuvo un contacto con la oscuridad! ¡Estuvo cerca de ser uno de ellos! Seguí leyendo, como él y su madre huían y encontraron asilo en ciudades del sur, y narra que después de lo sucedido juró jamás caer ante la tentación de la oscuridad... pero... ni siquiera sabía el mismo si esa mujer era una de ellos...
"3 de mayo de 1919
Mi madre falleció hoy en la mañana, un paro cardiaco.
Estoy solo... y hoy en el cementerio, ya que todos se había ido y el sol aún alumbraba, me quedé frente a la tumba de mi madre, encontré junto a su tumba un pequeño collar de un sol, me lo puse y me hizo sentir mejor."
"4 de mayo de 1919
Alguien habló conmigo en mi sueños, me dijo que yo había sido elegido para iluminar el mundo que aún estaba en penumbras... que pronto no habría más sufrimiento físico ni emocional. Sólo tenía que dejarme creer en mi y en lo que quisiera hacer, puedo todo habría de hacerlo."
Ese fue el último día que Eon escribió.... y eso fue hace casi 100 años.... físicamente Eon se veía mucho más joven, no aparentaba ser un anciano de más de 100 años.
Pero todo tiene sentido, Eon era un ser con un poder gigante... Pero...
En ese momento entró un señor, un iluminado... no parecía estar sorprendido de encontrarme ahí.
Empezamos a hablar de Eon, me contó muchas anégdotas de vida... cosas que en verdad no me importaban.
Hasta que me empezó a platicar acerca del primer y único amor de Eon, Se llamaba Pandora... "y ella lo dejó, cuando se convirtió en decadente". Decía el señor.
Me quedé anonadado, no supo decirme más, pues nadie la conoció más que lo que Eon llegó a hablar de ella.
El señor prosiguió: "Yo estuve con Eon, desde ese momento el decidió que tendría un enfrentamiento con la oscuridad, pues él como muchos de nosotros habíamos sido elegido por la luz. Pero el creía que ese don debía ser un motivo de guerra, muchos nunca estuvimos de acuerdo con eso, pero el estaba aferrado. Dispuesto a una Venganza, dispuesto a un enfrentamiento por mero orgullo, y así fue, llevándose entre sus manos muchas vidas."
El señor salió del cuarto justo después de mí, yo me dirigía a mi recámara a tratar de reposar, pues seguro Keira estaría como loca buscándome. Cuándo el solo dijo:
"Alberich, tu fuiste escogido por Eon, pues el creía en ti. Y aún estando en la muerte, sabe que lo vengarás, pues tu eres el elegido, tu sed de venganza es aún más grande que la de él."
miércoles, 28 de enero de 2009
jueves, 22 de enero de 2009
La Marcha Fúnebre de los Ángeles. Capítulo II: "... en la luz nerviosa."
Cada 2 ó 3 días aparecía Eon, donde menos lo esperaba. Me enseñaba desde técnicas de combate, hasta como controlar la luz mediante mi energía. Podía provocar un gran apagón y yo tener la luz en mis manos. Podía caminar por el sol y sentir como absorbía su calor. Podía brincar tan alto y mantenerme en el aire por varios segundos, casi volar. Podía con tan solo concentrarme provocarle a alguien más un desmayo, convulsiones, hasta la misma muerte.
Cada día que pasaba me hacía más fuerte, cada vez brillaba más. Y mientras más brillaba fui conociendo más de los míos, ¡más personas que tenían esa luz interna!
Y así pasaron semanas. El invierno esta por llegar a su fin, aunque el frío aún es fuerte y ha habido algunas tormentas de nieve, lo cuál es extraño, como si el invierno no quisiera irse, como si amenazara con quedarse.
Los vientos invernales siguen soplando, aún sollozan, aún tratan de decirnos algo. La noche de hoy nos cobija de manera extraña, sus nubes son rojizas, y la luna esta cubierta por ellas....
Hoy desperté tranquilo, estoy ejercitándome un poco, cuando Eon entró por la puerta de mi recámara. Su rostro se ve un poco perturbado.
-¿Qué pasa Eon?
-Ayer se derramó mucha sangre. Hubo un ataque de los decadentes.
-¿Cómo? ¿A quién?
-Atacaron a los nuestros Alberich, sus plegarias fueron silenciadas con sangre.
-¡Maldita Sea!
-Me temo que no estás a salvo aquí, porque tememos que hoy haya más ataques.
-¿Qué haremos?
-Iremos a algún punto donde nos reuniremos todos y traeremos la luz del sol a la noche para que nos proteja.
Salimos directo a un tipo de cuartel secreto. Afuera había muchos "iluminados" colocando faros y poderosas lámparas de luz UV que se mantendrían encendidas toda la noche.
Entramos, había un sentimiento de miedo y tristeza.
El atardecer estaba ya agonizando. Todos los iluminados entraron al cuartel. Eon hablaba, tratando de usar las palabras más suaves y reconfortantes.
Pues el sentimiento de incertidumbre vibraba en el máximo de su onda, atravez de las ventanas no podías ver mucho más que la luz del sol artificial que rodeaba el cuartel. Pero se sentían las presencias, ellos saben dónde estamos.
Mi corazón latía duro, pues sabía que afuera estaba Eleana, lo que aún no terminaba de comprender es como la luz UV nos protegería de ellos.
Si ponías atención el viento murmuraba y algunas aves aún cantaban, la vegetación nocturna despertaba, los grillos también entonaban, las luciérnagas hacían su danza de luz. Se escuchaban algunos búhos. La noche no es tan espeluznante... de hecho... creo que la noche y yo seguimos siendo amigos.
De pronto...
Todo estaba callado. También dentro de la casa. Fueron tal vez 20 segundos de silencio absoluto, podía escuchar mi corazón acelerarse, al igual que el de la persona que me acompañaba en el cuarto donde contemplaba la noche. Aunque creí estar solo, no me espantó, aunque ambos seguimos sin hablar. Y esperábamos ver que pasaría afuera.
Poco a poco se fue escuchando un aleteo, llegó hasta un árbol que estaba frente a la casa, con el reflejo de la luz, se veía perfecto, un búho majestuoso, empezó a hacer ese sonido... el canto del búho parecía ser un canto de guerra y parecía incitarla.
Entre los árboles se podían notar las siluetas de ellos, ellos que viven bajo la luna.
Se preparaban en silencio entre las sombras. Pasando desapercibidos a los ojos comunes.
Suspiré....
-Te sientes tan atraído por ellos... ¿verdad?
No contesté, no volteé la mirada.
-¿Por qué te llama tanto lo que tenga que ver con la oscuridad?
No volví a contestar. Pero ella se acercó, y se puso junto a mi a contemplar la noche.
Era rubia, su cabello brillaba, tan hermoso, tan reluciente. Su rostro angelical me dejó admirándola sin siquiera poder hablar, sus ojos verdes tan pacíficos, tan acogedores. En verdad, era hermosa.
-Creo que prefieres no hablar...
-... no, espera.... lo siento, me perdí.
-¡Oh! ¡Ha,Ha! ¡Pensé que no hablarías nunca! Tus pensamientos... ¡vaya que son profundos!
-Si, me fui por un momento, lo siento. ¿Cuál es tu nombre?
-Keira, y sé que tu eres Alberich ¿cierto?
-Si...
Era una plática tan inocente, tan bella y a la vez tan normal. Se sentía su calidez, su corazón latente, su corazón sincero. La sentía sin miedo a pesar de la situación. confiada y segura de sí misma.
-¿Ya me vas a responder por qué estás tan atraído a la noche?
-Tuve un contacto con ella...
-Entiendo... Pero creo que ya no es bueno, ni sano para ti que estés así.
-Lo sé, pero es inevitable sentir que viento me llama por las noches, es inevitable sentir que los búhos vienen hacia mi.
-Alberich... tú eres luz, todo tú eres luz... no necesitas más. Con tu luz atraes y reconfortas a todo aquel que este contigo. Eres un ser precioso.
-Gracias...
-Ven, vamos por un poco de leche con chocolate.
Estábamos sentados tomando el chocolate y platicando, cuando Eon entró corriendo y me dijo:
"Alberich, tienes que ver esto".
Me levanté, lo seguí, salimos, había una cantidad impresionante de búhos, nada más escuché a Keira hacer un gesto de impresión, cuando atravez de la luz UV la vi.
Eleana estaba después de la luz, en un punto donde no la tocaba.
Eon me dijo, que los búhos decían mi nombre.
Caminé hacia Eleana, Me detuve justo antes donde la luz terminaba. Y Eleana se paró justo donde la oscuridad empezaba.
Era una escena impresionante, la luz y la oscuridad parecían respetarse, había una línea divisoria. Noté que atrás de Eleana, había muchos más de ellos. Sólo la miré... Ella me miró.
-Eleana, ¿qué pasa?
-Alberich... dijo, con lágrimas en sus ojos. -Veo que seguiste tu luz, me hace feliz ver que estas bien.
-¿De qué hablas? ¡Me traicionaste! ¡Me dejaste!¡Todo lo fingiste, eres una mentira!
Rió como si lo que le estaba diciendo fuera ridículo y dijo: -No esperaba que lo notaras Alberich, pero en verdad yo te estaba haciendo mal y decidí terminarlo.
-¡Ay por favor! ¡No seas ridícula! Me heriste de la manera más vil, huiste. Creo que tu "manera de terminar el mal que me hacías" me hizo más daño de lo que me hubiera hecho si no te hubieras ido. Eleana... ¡Era Feliz!
-No te pongas así... Todo lo hice por ti.
En ese momento, Eleana trató de tocar mi rostro, ninguno de los 2 habíamos tratado de cruzar la línea marcada entre la luz y la oscuridad, su mano se quemó, pero aún así acarició un poco mi rostro, regresó rápidamente su mano, la quemadura era dura.
Sus ojos grises lloraban, su rostro era de dolor, y aunque en el momento que me acarició hubo una distorsión en la luz, me sentí tan vulnerable.
Ella gritaba del dolor, en ese momento sólo sentí como de la nada una ráfaga negra me golpeaba. Salí volando, estaba en el suelo herido.
Eon y Keira corrieron, y las ráfagas de viento negras nos atacaban, eran ellos a quienes la luna protege atacándonos.
Eon se volteó y empezó a atacarlos de nuevo con ráfagas de luz que salían de su cuerpo. y gritó:
-¡¡Keira!! ¡Llévate a Alberich de aquí! ¡Yo los detendré!
-¡Esta bien!
Keria y yo corríamos, bueno en realidad yo cojeaba, estaba muy lastimado.
Todo lo veía muy borroso y ciertas partes en cámara lenta, uno de esos fue cuando miré hacia atrás y vi a Eon caer, tras sufrir 3 ataques de 3 diferentes lados. Traté de gritar, no pude, Eon había caído, los faros de luces UV estaban siendo destruidos...
Ruidos, luces, ráfagas negras, gritos, alaridos.
Distorsión....
Cuando volví a mi mismo estábamos rodeados por ellos, Keira les gritaba "Aléjense decadentes".
En ese momento me incorporé, estaba colgado de la mano de Keira, me puse a su altura, la miré...
le sonreí...
Nos quedamos viendo por unos segundos en los que parecía no haber nada, ni nadie más.
Y nos besamos. Fue un beso tan cálido sin malicia, tan fuera de los sentimientos y emociones malas... que nos protegió.
Miré a nuestro alrededor y vi que nos rodeaba una luz y que ellos no la cruzaban, a los lejos vi a Eleana su mano parecía estar mejor, pero ella no, se veía mal, se veía abatida, se veía triste. Nuestra luz desapareció y caí de nuevo inconsciente.
En ese momento salieron algunos de los "nuestros" a rescatarnos. En ese mismo momento ellos se retiraron...
Recuperé conciencia a eso de las 11 de la mañana... Keira estaba junto a mi, sus ojos no la dejaban mentir, había estado llorando, pregunté por qué....
-Alberich, estuviste muchas horas inconsciente. Pensé que te perdería...
-No, no me perderás... no, aún no.
Me abrazó... pero no dejaba de llorar...
-Alberich... Eon murió....
Cada día que pasaba me hacía más fuerte, cada vez brillaba más. Y mientras más brillaba fui conociendo más de los míos, ¡más personas que tenían esa luz interna!
Y así pasaron semanas. El invierno esta por llegar a su fin, aunque el frío aún es fuerte y ha habido algunas tormentas de nieve, lo cuál es extraño, como si el invierno no quisiera irse, como si amenazara con quedarse.
Los vientos invernales siguen soplando, aún sollozan, aún tratan de decirnos algo. La noche de hoy nos cobija de manera extraña, sus nubes son rojizas, y la luna esta cubierta por ellas....
Hoy desperté tranquilo, estoy ejercitándome un poco, cuando Eon entró por la puerta de mi recámara. Su rostro se ve un poco perturbado.
-¿Qué pasa Eon?
-Ayer se derramó mucha sangre. Hubo un ataque de los decadentes.
-¿Cómo? ¿A quién?
-Atacaron a los nuestros Alberich, sus plegarias fueron silenciadas con sangre.
-¡Maldita Sea!
-Me temo que no estás a salvo aquí, porque tememos que hoy haya más ataques.
-¿Qué haremos?
-Iremos a algún punto donde nos reuniremos todos y traeremos la luz del sol a la noche para que nos proteja.
Salimos directo a un tipo de cuartel secreto. Afuera había muchos "iluminados" colocando faros y poderosas lámparas de luz UV que se mantendrían encendidas toda la noche.
Entramos, había un sentimiento de miedo y tristeza.
El atardecer estaba ya agonizando. Todos los iluminados entraron al cuartel. Eon hablaba, tratando de usar las palabras más suaves y reconfortantes.
Pues el sentimiento de incertidumbre vibraba en el máximo de su onda, atravez de las ventanas no podías ver mucho más que la luz del sol artificial que rodeaba el cuartel. Pero se sentían las presencias, ellos saben dónde estamos.
Mi corazón latía duro, pues sabía que afuera estaba Eleana, lo que aún no terminaba de comprender es como la luz UV nos protegería de ellos.
Si ponías atención el viento murmuraba y algunas aves aún cantaban, la vegetación nocturna despertaba, los grillos también entonaban, las luciérnagas hacían su danza de luz. Se escuchaban algunos búhos. La noche no es tan espeluznante... de hecho... creo que la noche y yo seguimos siendo amigos.
De pronto...
Todo estaba callado. También dentro de la casa. Fueron tal vez 20 segundos de silencio absoluto, podía escuchar mi corazón acelerarse, al igual que el de la persona que me acompañaba en el cuarto donde contemplaba la noche. Aunque creí estar solo, no me espantó, aunque ambos seguimos sin hablar. Y esperábamos ver que pasaría afuera.
Poco a poco se fue escuchando un aleteo, llegó hasta un árbol que estaba frente a la casa, con el reflejo de la luz, se veía perfecto, un búho majestuoso, empezó a hacer ese sonido... el canto del búho parecía ser un canto de guerra y parecía incitarla.
Entre los árboles se podían notar las siluetas de ellos, ellos que viven bajo la luna.
Se preparaban en silencio entre las sombras. Pasando desapercibidos a los ojos comunes.
Suspiré....
-Te sientes tan atraído por ellos... ¿verdad?
No contesté, no volteé la mirada.
-¿Por qué te llama tanto lo que tenga que ver con la oscuridad?
No volví a contestar. Pero ella se acercó, y se puso junto a mi a contemplar la noche.
Era rubia, su cabello brillaba, tan hermoso, tan reluciente. Su rostro angelical me dejó admirándola sin siquiera poder hablar, sus ojos verdes tan pacíficos, tan acogedores. En verdad, era hermosa.
-Creo que prefieres no hablar...
-... no, espera.... lo siento, me perdí.
-¡Oh! ¡Ha,Ha! ¡Pensé que no hablarías nunca! Tus pensamientos... ¡vaya que son profundos!
-Si, me fui por un momento, lo siento. ¿Cuál es tu nombre?
-Keira, y sé que tu eres Alberich ¿cierto?
-Si...
Era una plática tan inocente, tan bella y a la vez tan normal. Se sentía su calidez, su corazón latente, su corazón sincero. La sentía sin miedo a pesar de la situación. confiada y segura de sí misma.
-¿Ya me vas a responder por qué estás tan atraído a la noche?
-Tuve un contacto con ella...
-Entiendo... Pero creo que ya no es bueno, ni sano para ti que estés así.
-Lo sé, pero es inevitable sentir que viento me llama por las noches, es inevitable sentir que los búhos vienen hacia mi.
-Alberich... tú eres luz, todo tú eres luz... no necesitas más. Con tu luz atraes y reconfortas a todo aquel que este contigo. Eres un ser precioso.
-Gracias...
-Ven, vamos por un poco de leche con chocolate.
Estábamos sentados tomando el chocolate y platicando, cuando Eon entró corriendo y me dijo:
"Alberich, tienes que ver esto".
Me levanté, lo seguí, salimos, había una cantidad impresionante de búhos, nada más escuché a Keira hacer un gesto de impresión, cuando atravez de la luz UV la vi.
Eleana estaba después de la luz, en un punto donde no la tocaba.
Eon me dijo, que los búhos decían mi nombre.
Caminé hacia Eleana, Me detuve justo antes donde la luz terminaba. Y Eleana se paró justo donde la oscuridad empezaba.
Era una escena impresionante, la luz y la oscuridad parecían respetarse, había una línea divisoria. Noté que atrás de Eleana, había muchos más de ellos. Sólo la miré... Ella me miró.
-Eleana, ¿qué pasa?
-Alberich... dijo, con lágrimas en sus ojos. -Veo que seguiste tu luz, me hace feliz ver que estas bien.
-¿De qué hablas? ¡Me traicionaste! ¡Me dejaste!¡Todo lo fingiste, eres una mentira!
Rió como si lo que le estaba diciendo fuera ridículo y dijo: -No esperaba que lo notaras Alberich, pero en verdad yo te estaba haciendo mal y decidí terminarlo.
-¡Ay por favor! ¡No seas ridícula! Me heriste de la manera más vil, huiste. Creo que tu "manera de terminar el mal que me hacías" me hizo más daño de lo que me hubiera hecho si no te hubieras ido. Eleana... ¡Era Feliz!
-No te pongas así... Todo lo hice por ti.
En ese momento, Eleana trató de tocar mi rostro, ninguno de los 2 habíamos tratado de cruzar la línea marcada entre la luz y la oscuridad, su mano se quemó, pero aún así acarició un poco mi rostro, regresó rápidamente su mano, la quemadura era dura.
Sus ojos grises lloraban, su rostro era de dolor, y aunque en el momento que me acarició hubo una distorsión en la luz, me sentí tan vulnerable.
Ella gritaba del dolor, en ese momento sólo sentí como de la nada una ráfaga negra me golpeaba. Salí volando, estaba en el suelo herido.
Eon y Keira corrieron, y las ráfagas de viento negras nos atacaban, eran ellos a quienes la luna protege atacándonos.
Eon se volteó y empezó a atacarlos de nuevo con ráfagas de luz que salían de su cuerpo. y gritó:
-¡¡Keira!! ¡Llévate a Alberich de aquí! ¡Yo los detendré!
-¡Esta bien!
Keria y yo corríamos, bueno en realidad yo cojeaba, estaba muy lastimado.
Todo lo veía muy borroso y ciertas partes en cámara lenta, uno de esos fue cuando miré hacia atrás y vi a Eon caer, tras sufrir 3 ataques de 3 diferentes lados. Traté de gritar, no pude, Eon había caído, los faros de luces UV estaban siendo destruidos...
Ruidos, luces, ráfagas negras, gritos, alaridos.
Distorsión....
Cuando volví a mi mismo estábamos rodeados por ellos, Keira les gritaba "Aléjense decadentes".
En ese momento me incorporé, estaba colgado de la mano de Keira, me puse a su altura, la miré...
le sonreí...
Nos quedamos viendo por unos segundos en los que parecía no haber nada, ni nadie más.
Y nos besamos. Fue un beso tan cálido sin malicia, tan fuera de los sentimientos y emociones malas... que nos protegió.
Miré a nuestro alrededor y vi que nos rodeaba una luz y que ellos no la cruzaban, a los lejos vi a Eleana su mano parecía estar mejor, pero ella no, se veía mal, se veía abatida, se veía triste. Nuestra luz desapareció y caí de nuevo inconsciente.
En ese momento salieron algunos de los "nuestros" a rescatarnos. En ese mismo momento ellos se retiraron...
Recuperé conciencia a eso de las 11 de la mañana... Keira estaba junto a mi, sus ojos no la dejaban mentir, había estado llorando, pregunté por qué....
-Alberich, estuviste muchas horas inconsciente. Pensé que te perdería...
-No, no me perderás... no, aún no.
Me abrazó... pero no dejaba de llorar...
-Alberich... Eon murió....
domingo, 18 de enero de 2009
La Marcha Fúnebre de los Ángeles. Capítulo I: "Entrevista en las Ruinas"
Desperté, eran como las 11 de la mañana, me despertaron unas nauseas horrible, me levanté al escusado y vomité, salió de mi estómago un líquido negro. Después de eso me sentí mejor que nunca.
Decidí ir a preparar café, y en mi sala estaba Eon sentado. Ya no me sorprende, ni me cuestiono cómo carajos entra a mi casa.
Me senté frente a él.
Eon empezó a hablar:
-Alberich, esconde los pétalos, bajo las tablas del suelo de tu recámara se marchitarán sin falla alguna.
Pon a la gente que te ha amenazado en el ataúd que ellos mismos esculpieron y míralos perecer.
Es una bajada cuidadosa. Tan amable y tan pensativa...
Pero la única verdad, es el cambio, ten paciencia...
Cada cien años, llega un suspiro y después todo termina.
Si tan solo dura un minuto, al minuto termina.
Si tan solo un minuto...
Ten valor frente aquellos quienes tienen sus raíces en las ruinas y aún se levantan tan alto, a pesar de estar en decadencia.
Sólo el sonido de tu suspiro basta.
Un murmullo viene desde las ruinas, el eco vuela suavemente mientras las raíces se tornan en ramas.
Alberich... Tu suspiro terminará con los decadentes compañeros de los búhos.
Ésta es una guerra.
-Eon... creo entender el concepto de lo que has dicho, a pesar de ser tan metafórico... Pero... dicha guerra... ¿Qué tiene que ver conmigo, con Eleana, con los "decadentes"?
-Eleana es una "decadente". Así les llamamos a aquellos que decidieron vivir bajo el reinado de la luna. Nosotros en cambio vivimos bajo el sol.
-Descríbeme a los "decadentes".
-Son aquellos, que pasan desapercibidos, pero cuando los veas no puedes quitarles la vista de encima, la belleza de los "decadentes" es tan majestuosa, tan misteriosa... tan... oscura. Pero sólo aquel que esta tan cegado a la luz termina por verlos y tal vez convertirse en uno de ellos.
-¿Convertirse? Es decir que... ¿Puedes ser un "iluminado" y convertirte en un "decadente"?
-Eso sería traición.
-¿Traición?
-Sería negar el pacto que haz hecho con la luz.
-Yo no he hecho ningún pacto.
-Tu contacto con la oscuridad fue tal y tan doloroso, que la luz que aún quedaba libre en ti me llamó, y suplicaba ayuda.
-Eleana no me hizo ningún mal.
-Si lo hizo, a tal grado que aún piensas que ella estaba para ti. Cuando lo único que ella quería era apagar esa luz.
-No, tal vez mi pequeña flama la estaba iluminando a ella, y por eso huyó.
-Alberich, debes aprender que ellos harán todo por permanecer en la penumbra, y saben mejor que nosotros que el suspiro de la luz, viene desde la oscuridad. Por eso te encontraron primero.
-Pero entonces... ¿Todo el tiempo mintió? Todo lo que prometió, todo lo que juró sentir fue... ¿Para acabar conmigo?
-Sí Alberich...
-¡No! ¡No puede ser! ¡Ella lo sentía!
-Todo el tiempo mintió y te engañó, tu caíste ingenuamente en su juego. Ahora Alberich sabes la verdad y tu eres el elegido, tu flama interna es una hoguera, el dolor que te ha causado ha liberado tu fuego interior.
Es momento que brilles y que termines con la penumbra. Es momento que haya luz en la oscuridad.
Lo pensé un momento, la rabia y el odio hacia Eleana y los "decadentes" crecía en mi, así como mi llama interna.
Sólo quiero que esto se acabe. De modo que miré a Eon, seguro de mi mismo y le pregunté.
-Dime, ¿Qué hago para terminar con la oscuridad?
Eon sonrió macabramente....
Decidí ir a preparar café, y en mi sala estaba Eon sentado. Ya no me sorprende, ni me cuestiono cómo carajos entra a mi casa.
Me senté frente a él.
Eon empezó a hablar:
-Alberich, esconde los pétalos, bajo las tablas del suelo de tu recámara se marchitarán sin falla alguna.
Pon a la gente que te ha amenazado en el ataúd que ellos mismos esculpieron y míralos perecer.
Es una bajada cuidadosa. Tan amable y tan pensativa...
Pero la única verdad, es el cambio, ten paciencia...
Cada cien años, llega un suspiro y después todo termina.
Si tan solo dura un minuto, al minuto termina.
Si tan solo un minuto...
Ten valor frente aquellos quienes tienen sus raíces en las ruinas y aún se levantan tan alto, a pesar de estar en decadencia.
Sólo el sonido de tu suspiro basta.
Un murmullo viene desde las ruinas, el eco vuela suavemente mientras las raíces se tornan en ramas.
Alberich... Tu suspiro terminará con los decadentes compañeros de los búhos.
Ésta es una guerra.
-Eon... creo entender el concepto de lo que has dicho, a pesar de ser tan metafórico... Pero... dicha guerra... ¿Qué tiene que ver conmigo, con Eleana, con los "decadentes"?
-Eleana es una "decadente". Así les llamamos a aquellos que decidieron vivir bajo el reinado de la luna. Nosotros en cambio vivimos bajo el sol.
-Descríbeme a los "decadentes".
-Son aquellos, que pasan desapercibidos, pero cuando los veas no puedes quitarles la vista de encima, la belleza de los "decadentes" es tan majestuosa, tan misteriosa... tan... oscura. Pero sólo aquel que esta tan cegado a la luz termina por verlos y tal vez convertirse en uno de ellos.
-¿Convertirse? Es decir que... ¿Puedes ser un "iluminado" y convertirte en un "decadente"?
-Eso sería traición.
-¿Traición?
-Sería negar el pacto que haz hecho con la luz.
-Yo no he hecho ningún pacto.
-Tu contacto con la oscuridad fue tal y tan doloroso, que la luz que aún quedaba libre en ti me llamó, y suplicaba ayuda.
-Eleana no me hizo ningún mal.
-Si lo hizo, a tal grado que aún piensas que ella estaba para ti. Cuando lo único que ella quería era apagar esa luz.
-No, tal vez mi pequeña flama la estaba iluminando a ella, y por eso huyó.
-Alberich, debes aprender que ellos harán todo por permanecer en la penumbra, y saben mejor que nosotros que el suspiro de la luz, viene desde la oscuridad. Por eso te encontraron primero.
-Pero entonces... ¿Todo el tiempo mintió? Todo lo que prometió, todo lo que juró sentir fue... ¿Para acabar conmigo?
-Sí Alberich...
-¡No! ¡No puede ser! ¡Ella lo sentía!
-Todo el tiempo mintió y te engañó, tu caíste ingenuamente en su juego. Ahora Alberich sabes la verdad y tu eres el elegido, tu flama interna es una hoguera, el dolor que te ha causado ha liberado tu fuego interior.
Es momento que brilles y que termines con la penumbra. Es momento que haya luz en la oscuridad.
Lo pensé un momento, la rabia y el odio hacia Eleana y los "decadentes" crecía en mi, así como mi llama interna.
Sólo quiero que esto se acabe. De modo que miré a Eon, seguro de mi mismo y le pregunté.
-Dime, ¿Qué hago para terminar con la oscuridad?
Eon sonrió macabramente....
domingo, 11 de enero de 2009
La Marcha Fúnebre de los Ángeles.
"Es bien conocido desde tiempos inmemorables, la lucha entre el bien y el mal.
Es un constante forcejeo, por ver quien reinará y quien tiene el control.
En toda historia en la que se maneje el bien y el mal, nunca vemos el punto de vista de "el malo".
Solamente nos ponen en su contra.
Y es normal, satanizamos el mal, lo relacionamos con cosas horribles, lo relacionamos con la oscuridad.
Pero...
¿Qué harían si supieran que la oscuridad no siempre representa el mal con el que se le relaciona?
¿Qué harían si supieran que la oscuridad representa a la belleza que no se nos permite ver en la luz?
¿Qué harían si supieran que no puede haber luz sin Oscuridad?"
Reciban esto cordialmente.
E.
**Estas palabras, son la introducción a la segunda parte de esta serie de escritos.
Bienvenidos a "La Marcha Fúnebre de los Ángeles".
Es un constante forcejeo, por ver quien reinará y quien tiene el control.
En toda historia en la que se maneje el bien y el mal, nunca vemos el punto de vista de "el malo".
Solamente nos ponen en su contra.
Y es normal, satanizamos el mal, lo relacionamos con cosas horribles, lo relacionamos con la oscuridad.
Pero...
¿Qué harían si supieran que la oscuridad no siempre representa el mal con el que se le relaciona?
¿Qué harían si supieran que la oscuridad representa a la belleza que no se nos permite ver en la luz?
¿Qué harían si supieran que no puede haber luz sin Oscuridad?"
Reciban esto cordialmente.
E.
**Estas palabras, son la introducción a la segunda parte de esta serie de escritos.
Bienvenidos a "La Marcha Fúnebre de los Ángeles".
El Sonido del Viento. Capítulo IX: "Exhumando la Oscuridad"
Estoy tirado en el suelo del baño, desnudo... no hay nadie, mas que la agonía que me esta acompañando en este momento, aunque estoy transpirando y no me puedo dejar de retorcer, me siento mejor por dentro.
Es como si todo sentimiento impuro estuviera saliendo de mi... pero no me puedo quitar e maldito olor a ella.
Mi temperatura es muy alta, estoy delirando, veo a Eon y veo a Eleana aunque sé que no están aquí. ¿Por qué siento miedo? No es la primera vez que pruebo el dolor.
Quiero ser el mesías, sin la crucifixión...
Me están drenando y cada vez mis imágenes y visiones de Eleana son más borrosas, ¡Oh, Demonios! hace demasiado calor, no me puedo ni parar, el sudor recorre todo mi cuerpo y a duras penas puedo hablar... Pero mientras más sufre mi cuerpo me siento mejor por dentro.
Por fin logré hincarme, logré entrar a la regadera y abrí el agua fría, ¡Oh dios!¡Qué alivio!... el agua se empieza a enturbiecer, y yo cada vez me siento mejor, tanto física como emocionalmente.
Después de mucho tiempo en la regadera, salí, sintiéndome fuerte, motivado, drenaron las impurezas de mi.
Me vestí y al dirigirme a abrir la ventana noté y me dejó muy perturbado que las dalias negras estaban marchitas y el tulipán volvió a la vida. ¿Qué carajo pasó? En fin... Tomé el tulipán y lo puse en otro jarrón, las dalias las guardé en un pequeño cofre.
Decidí salir a caminar, sentí mi cuerpo totalmente revitalizado, así que me puse una sudadera, aún estaba frío afuera, el invierno aún presente amenazaba con una fuerte nevada en la noche, apenas esta atardeciendo.
Salí corriendo, brincando, me sentía ágil, rápido, habilidoso. Intenté algunas piruetas y maromas en el aire, y para mi sorpresa las lograba perfecto.
Cuando me di cuenta eran las 11 de la noche. Visitaré a Sofía, iré caminando. El camino se empezó a volver tenebroso, la noche se hizo densa, las estrellas no brillaban, la luna, se asomaba por algunos pequeños orificios en las nubes negras. Me provocó un sentimiento de incomodidad, caminé más rápido.
Empecé a sentir presencias, y sentía que todos me observaban, no hay gente en las calles, pero siento que me siguen...
Frente a mi venía una pareja, me resultaban muy conocidos... Cruzamos miradas, mientras caminábamos en sentidos opuestos. Me quedé parado, cuando al pasar junto a mi sentí su presencia amenazante.
Volteé y nos quedamos mirando, ¡ahora recuerdo! ¡Ellos estaban en el bar el día que por fin se acercó a mi Eleana! Pero ahora se ven muy diferentes. Se ven amenazantes, se ven perturbados por mi presencia, se ven enojados...
Intenté dar un paso para acercarme a ellos, el brincó muy alto, soltando un grito desgarrador, me tiró y quedó sobre mi, su cabellera rubia cubría su cara pero sus ojos ya no eran verdes, eran negros. Empecé a perderme en el pánico. Cuando me dijo:
-Aléjate... No salgas de noche, no busques que te hagamos daño.
Yo no podía hablar, estaba paralizado y consumido en terror. Nunca había visto algo como lo que él acababa de hacer.
Antes de soltarme y levantarse, sólo me amenazó con su mirada y un gesto de rabia en su cara, que hizo que sus dientes me llamaran la atención... tenía una dentadura perfecta, sus colmillos eran muy notables...
Me soltó, tomó a la chica y se hicieron para atrás.
Me reincorporé pero no había nadie, y tampoco sentía las presencias hostiles.
Decidí regresar a mi casa, al entrar a mi departamento, estaba Eon, sentado en la sala.
Me senté frente a él y me dijo:
-Alberich, la noche ya no es tu amiga y tampoco muchos de aquellos a quienes les habías causado atracción, inclusive la luna simboliza hostilidad para ti.
-Pero... ¿Por qué?
-Eleana hizo lo que nadie esperaba que hiciera, drenó todas las impurezas que sembró en ti... por eso aparecieron las 12 dalias que guardaste en tu cofre... por eso el tulipán revivió.
-¿Y eso qué tiene que ver con que pueda salir de noche?
-Ahora eres luz en la oscuridad... y ahuyentas a aquellos que son la oscuridad en la luz. Sí, existe el bien y existe el mal. Cada quien decide cual es cual, por eso, Eleana se alejó de ti, porque elegiste la luz.
-Eso significa... ¿Que nunca más la volveré a ver?
-La volverás a ver cuando sea el momento de traer luz a este mundo de nuevo...
Es como si todo sentimiento impuro estuviera saliendo de mi... pero no me puedo quitar e maldito olor a ella.
Mi temperatura es muy alta, estoy delirando, veo a Eon y veo a Eleana aunque sé que no están aquí. ¿Por qué siento miedo? No es la primera vez que pruebo el dolor.
Quiero ser el mesías, sin la crucifixión...
Me están drenando y cada vez mis imágenes y visiones de Eleana son más borrosas, ¡Oh, Demonios! hace demasiado calor, no me puedo ni parar, el sudor recorre todo mi cuerpo y a duras penas puedo hablar... Pero mientras más sufre mi cuerpo me siento mejor por dentro.
Por fin logré hincarme, logré entrar a la regadera y abrí el agua fría, ¡Oh dios!¡Qué alivio!... el agua se empieza a enturbiecer, y yo cada vez me siento mejor, tanto física como emocionalmente.
Después de mucho tiempo en la regadera, salí, sintiéndome fuerte, motivado, drenaron las impurezas de mi.
Me vestí y al dirigirme a abrir la ventana noté y me dejó muy perturbado que las dalias negras estaban marchitas y el tulipán volvió a la vida. ¿Qué carajo pasó? En fin... Tomé el tulipán y lo puse en otro jarrón, las dalias las guardé en un pequeño cofre.
Decidí salir a caminar, sentí mi cuerpo totalmente revitalizado, así que me puse una sudadera, aún estaba frío afuera, el invierno aún presente amenazaba con una fuerte nevada en la noche, apenas esta atardeciendo.
Salí corriendo, brincando, me sentía ágil, rápido, habilidoso. Intenté algunas piruetas y maromas en el aire, y para mi sorpresa las lograba perfecto.
Cuando me di cuenta eran las 11 de la noche. Visitaré a Sofía, iré caminando. El camino se empezó a volver tenebroso, la noche se hizo densa, las estrellas no brillaban, la luna, se asomaba por algunos pequeños orificios en las nubes negras. Me provocó un sentimiento de incomodidad, caminé más rápido.
Empecé a sentir presencias, y sentía que todos me observaban, no hay gente en las calles, pero siento que me siguen...
Frente a mi venía una pareja, me resultaban muy conocidos... Cruzamos miradas, mientras caminábamos en sentidos opuestos. Me quedé parado, cuando al pasar junto a mi sentí su presencia amenazante.
Volteé y nos quedamos mirando, ¡ahora recuerdo! ¡Ellos estaban en el bar el día que por fin se acercó a mi Eleana! Pero ahora se ven muy diferentes. Se ven amenazantes, se ven perturbados por mi presencia, se ven enojados...
Intenté dar un paso para acercarme a ellos, el brincó muy alto, soltando un grito desgarrador, me tiró y quedó sobre mi, su cabellera rubia cubría su cara pero sus ojos ya no eran verdes, eran negros. Empecé a perderme en el pánico. Cuando me dijo:
-Aléjate... No salgas de noche, no busques que te hagamos daño.
Yo no podía hablar, estaba paralizado y consumido en terror. Nunca había visto algo como lo que él acababa de hacer.
Antes de soltarme y levantarse, sólo me amenazó con su mirada y un gesto de rabia en su cara, que hizo que sus dientes me llamaran la atención... tenía una dentadura perfecta, sus colmillos eran muy notables...
Me soltó, tomó a la chica y se hicieron para atrás.
Me reincorporé pero no había nadie, y tampoco sentía las presencias hostiles.
Decidí regresar a mi casa, al entrar a mi departamento, estaba Eon, sentado en la sala.
Me senté frente a él y me dijo:
-Alberich, la noche ya no es tu amiga y tampoco muchos de aquellos a quienes les habías causado atracción, inclusive la luna simboliza hostilidad para ti.
-Pero... ¿Por qué?
-Eleana hizo lo que nadie esperaba que hiciera, drenó todas las impurezas que sembró en ti... por eso aparecieron las 12 dalias que guardaste en tu cofre... por eso el tulipán revivió.
-¿Y eso qué tiene que ver con que pueda salir de noche?
-Ahora eres luz en la oscuridad... y ahuyentas a aquellos que son la oscuridad en la luz. Sí, existe el bien y existe el mal. Cada quien decide cual es cual, por eso, Eleana se alejó de ti, porque elegiste la luz.
-Eso significa... ¿Que nunca más la volveré a ver?
-La volverás a ver cuando sea el momento de traer luz a este mundo de nuevo...
miércoles, 7 de enero de 2009
El Sonido del Viento. Capítulo VIII: "Otoño: El Monólogo del Ángel Caído"
Estoy aquí, entre la luz y la oscuridad, pero tú no me ves.
Estoy parada por ti y me rompo en mil pedazos de cristal y aunque cada pedazo muere, todo lo que siento es por ti. Sé que tu eres el único que me puede dar el aliento de vida y apesar de eso me seguiría rompiendo con tal de ver que estas bien.
Ahora me ves, ahora ya no... Sé que me necesitas... Aunque sé que pronto no lo harás.
¡¿Por qué no puedo ser yo quién te haga sonreír?! ¿Necesitas una mejor versión de mi?
Porque yo soy nada, un intento de fantasma cantando canciones olvidadas, llenas de melancolía de cuando aún me sujetabas cerca en lo profundo de tus pecados.
Me rompo en mil pedazos de cristal... y cada pedazo se pierde en la cenizas y sé que tu mano esta sola y no hay quien la tome y sé que tu podrías darme el calor que necesito para vivir.
Pues caí ante los ojos de inocencia, un corazón que no esta frío y sabe sentir.
Me rompo en mil pedazos de cristal por ti y me seguiría rompiendo más con tan solo saber que estas bien.
Le prometí a la noche cegarme de todas esas visiones de ti, y más que una promesa es un juramento que hice ante mis sentimientos. ¿Por qué es que el amor es tan cruel? ¡¿Por qué?! Si todo lo que sentí, lo sentí por ti.
Me rompo en mil pedazos de cristal... y mi corazón esta aún más roto que yo y se convierte en cenizas que quedaron atrás en el otoño.
Y sé que tu eres quien me puede salvar... por eso amor, dejé 12 flores en el altar de lo que fuiste para mi, dejé 12 flores que borrarán de tu mente que existí, y serán esas 12 flores las que absorberán la oscuridad que sembré en ti.
Me rompo en mil pedazos de cristal por ti... pero esta vez, me quedaré entre las cenizas...
Ahora me ves, ahora ya no... Sé que me necesitas... Aunque sé que pronto no lo harás...
Estoy parada por ti y me rompo en mil pedazos de cristal y aunque cada pedazo muere, todo lo que siento es por ti. Sé que tu eres el único que me puede dar el aliento de vida y apesar de eso me seguiría rompiendo con tal de ver que estas bien.
Ahora me ves, ahora ya no... Sé que me necesitas... Aunque sé que pronto no lo harás.
¡¿Por qué no puedo ser yo quién te haga sonreír?! ¿Necesitas una mejor versión de mi?
Porque yo soy nada, un intento de fantasma cantando canciones olvidadas, llenas de melancolía de cuando aún me sujetabas cerca en lo profundo de tus pecados.
Me rompo en mil pedazos de cristal... y cada pedazo se pierde en la cenizas y sé que tu mano esta sola y no hay quien la tome y sé que tu podrías darme el calor que necesito para vivir.
Pues caí ante los ojos de inocencia, un corazón que no esta frío y sabe sentir.
Me rompo en mil pedazos de cristal por ti y me seguiría rompiendo más con tan solo saber que estas bien.
Le prometí a la noche cegarme de todas esas visiones de ti, y más que una promesa es un juramento que hice ante mis sentimientos. ¿Por qué es que el amor es tan cruel? ¡¿Por qué?! Si todo lo que sentí, lo sentí por ti.
Me rompo en mil pedazos de cristal... y mi corazón esta aún más roto que yo y se convierte en cenizas que quedaron atrás en el otoño.
Y sé que tu eres quien me puede salvar... por eso amor, dejé 12 flores en el altar de lo que fuiste para mi, dejé 12 flores que borrarán de tu mente que existí, y serán esas 12 flores las que absorberán la oscuridad que sembré en ti.
Me rompo en mil pedazos de cristal por ti... pero esta vez, me quedaré entre las cenizas...
Ahora me ves, ahora ya no... Sé que me necesitas... Aunque sé que pronto no lo harás...
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