martes, 25 de agosto de 2009

Cofre de Secretos.

Obsesionado por el miedo de perder su mente,
Temo cuando parezco olvidar,
y es ahí cuando me aferro a su recuerdo.
Nada permanece, excepto las heridas.
No, el tiempo nada cura.
Las lágrimas verdaderas brotan
Pues es en mi corazón, donde se encuentra el dolor más grande.
y sin embargo, para tí, ¿El sigue siendo desconocido?.
Mis ojos te han mirado de nuevo,
y es en mi deseo dónde se ve coronada otra derrota.
Cada vez estoy más débil en el miedo.
Escúchame en mi obscuridad,
ya que mi corazón no puede despertar a la alegría.
Besa mis heridas, tal vez eso cure mi alma.
Liberarme, completame
Si para mi no hay luz, dame una espera sin luces al menos para caminar en ésta soledad.
Y cuando termine el camino, conocerte de nuevo por el mundo y rehacer promesas rotas.


Por: Kira.






Gracias Kira. Siempre unas de mis más fieles lectoras y amigas. Sabes que ayudaste mucho a que terminara la novela.



Un amor fugaz, raro a decir verdad...
Fuego y hielo; Luz y oscuridad...
No podrá vivir sin luz, no podrá existir sin oscuridad... Puedo ser el bien, puedo ser el mal.
Tú: Aquel que dices "no" sin conocer, aquel que juzga sin saber... Déjate llevar por tu ser y trata de entender y conocer...
La luz se compone por paz y tranquilidad, pero la oscuridad tiene distintos matices de nostalgia, amor y miedo juntos...
La oscuridad nunca será la ausencia del color, si no, la union de ellos...


Gracias MinezhaCore! :)






la tarde es fria, nublada y triste...
el tiempo parece dar marcha atras, los arboles parecen refujiarme bajo sus hojas...
pero el viento me golpea con gran fuerza...como si me reclamara algo.
los deseos son apagados por la desilusion & el miedo a la soledad me lleva a confundir mis sentimientos y mi camino...
el cielo parece llorar...
los murmullos se oyen,me agitan, me extresan...es frustrante..
sus voces son tan punsocrantes..tengo miedo.
no no tengo miedo...es la nostalgia que me asecha..
los arboles me refugiaban..
el viento me golpeaba, sollosaba & el cielo, el cielo lloraba..
¿& que podia yo hacer?...nada...
cada quien escoje su camino...cada quien hace su destinoo

Gracias Raaawr!

La Marcha Fúnebre de los Ángeles. Capítulo XIII: "Eterna Oscuridad".

Caminé hasta llegar a mi casa, todo era borroso estaba a punto de caer inconsciente, tenga vagos recuerdo de el camino, recuerdo abrir la puerta de mi departamento, entrar directo al baño a remojar mi cara, salir camino a mi cama, recuerdo perfecto ver a Eleana esperándome, me senté junto a ella, mientras mi cuerpo sucumbía, ella dijo algo como que por fin lo había logrado, y que estaría en paz, o algo así. Me dijo que ella no me buscaría hasta que yo la llamara... Sólo recuerdo caer y perder consciencia.













Ha pasado un largo tiempo, estoy tranquilo, todo ha estado bien...











Hoy desperté, el ambiente se siente extraño, algo cambió... me levanté, me vestí y subí a la azotea. Estaba cerca de oscurecer, la tarde era rojiza, el viento era frío y punzo cortante, era difícil respirar de tan frío que era.
Bajé de regreso a mi casa. Prendí la calefacción y me senté en el sofá, sigo agotado, de modo que me acomodé y pronto volví a dormir.
Empecé a soñar conmigo mismo cayendo a un hoyo blanco, pero justo antes de caer todo se convertía en negro, después todo giraba entorno a los ojos de Eleana hasta quedar sumergido en su pupila.

Desperté sudando frío, en estos meses he estado pensando en Eleana, he querido llamarla, pero algo me lo impide, no sé, eso ha sido día tras día durante meses... Ya es de mañana, me bañé, hice todo lo que tenía que hacer, regresé por la tarde a mi casa, estaba muy nublado y oscuro, aunque aún faltan un par de horas para que anochezca. La tarde se siente melancólica, pues sus árboles lloran y su cielo se esconde, el viento acaricia a los árboles de manera de consuelo, pero ellos sólo hacen movimientos circulares.

Las nubes forman figuras espectrales perdidas en sus pequeñas gotas. Y la luna, ¡Oh! hermosa mía, no podrás brillar con tantas nubes cubriendo el cielo!
Preparé un café, y abrí mi cuaderno para escribir, encendí un cigarro le dí un par de fumadas y lo puse en el cenicero, me distraje varios minutos pensando en mis sueños. Nunca llegué a nada coherente, aunque esa vibra extraña seguía viniendo.

Mientras el viento frío soplaba. Y parece un murmullo... cómo si los ángeles me hablaran.
Algunas gotas de lluvia caen, pegan en la ventana y escurren en el vidrio. Parecieran lágrimas.

Sí, la tarde se marchita, mi café ya se enfrió y mi cigarro se consumió. Pensaba en llamarte, pero una vez más, preferí no hacerlo. No, No de nuevo.

Desconecté los teléfonos, no quería saber de nadie. Te sentía cada vez más cerca, por lo menos presentía la llamada. Sin embargo, entraban y seguían entrando las llamadas... No sé, no busqué una explicación, aunque sabía perfecto que no tenía sentido. De modo que lo dudé, me senté viendo al teléfono. Lo tomé cuando volvió a sonar... Contesté, por fin me harté del timbre del teléfono.
-Ábreme.- Dijiste.
Abrí la puerta, eras tú... Quise ser expresivo, pero no pude, era un momento de confusión. ¿Por qué viniste si no te llamé?

Entraste, caminaste, abriste la ventana, te asomaste... tu silencio era muy incómodo. Me estás asustando.
Hasta que por fin... Volteaste... tus ojos eran inexpresivos, pero en mi reflejaban perturbación.
Bajaste la mirada y susurraste: "Este es el sonido del viento... La marcha fúnebre de los ángeles... La bienvenida de la oscuridad..." volteaste de nuevo y dijiste: "
SHHHH... Alberich, *Ilumina esta eterna oscuridad...
lentamente la luz brilla en ti, las puertas de gracia para ti y para mí...

Engaña a tu inquieto corazón...

Siente la pequeña llama parpadeante, que consume a la noche para alumbrarte el camino del miedo al que te aferraste.
Pero ahora, sabes a donde perteneces, léjos de sus dioses que curan todas las heridas e iluminan nuestra eterna oscuridad.

Solitaria la llama brilla en ti, alumbrando las tumbas de fuego, alimentando tu corazón.
Débil fue la línea de luz que te mantuvo lejos de la crueldad y de la ternura encerrada. Salvando tu alma, nunca más.

Ahora sabes a donde perteneces... jos de sus dioses que curan todas las heridas e iluminan esta eterna oscuridad...
que brilla en ti y somete a tu ardiente corazón...
que entierra mi verdad justo en tus brazos...
que alaba la tumba de nuestro desolado amor...
que cura todas las heridas...
e ilumina esta eterna oscuridad...

Bienvenido Su Oscura Majestad.

























*Gracias a HIM, por su hermosa inspiración, utilicé "Endless Dark" para el final (si es que le puedo llamar final), creo que fue lo más apropiado. Gracias a todos por leer. Aprecio mucho que lo hayan hecho.

con Cariño.
Bennet-ash eta.

P.S. Si alguien desea dejar alguna respuesta, con gusto la publicaré en un archivo que llamaré "Cofre de Secretos".
De modo que porfavor, haganme saber si desean que la publique poniendo un ? en el título del comentario. Y por favor sólo publicaré los comentarios de este capítulo.

miércoles, 29 de julio de 2009

La Marcha Fúnebre de los Ángeles. Capítulo XII: "Una Nueva Batalla"

Todo es blanco, todo es negro.
Me encuentro sudando, acostado, pálido, todo es blanco, todo es negro.
Abro los ojos y me lastima tanta luz blanca, los cierro y todo es negro.

Sigo aturdido, no escucho, sólo siento una calidéz que me perturba, es hostil. Sigo sin poder moverme, cuando por fin puedo ver con claridad me encuentro en la cima de un altar dorado, atado de manos y pies...

-Bienvenido a la revelación de la luz Alberich, fuiste elegido para ser el portador de la claridad.

Ésta persona estaba vestido con una túnica blanca con una capucha del mismo color, no le podía ver la cara. Su voz era burlona, convirtiéndose en una molestia.

-Hoy, es el día en que la luz va a entrar en ti, hoy es el día en que harás saber a la humanidad entera que el reino de la luz regresará.

-¿El reino de la luz?

-¡Sí! ¡Hoy es el día que mediante ti, lograremos hacer que la humanidad vuelva a ser brillante!
-¿Cuándo ha sido brillante?
-La humanidad ha sido opacada, el mal penetró en los ojos de Adán, creando discordia, creando caos, hoy por fin, acomodaremos el caos, vamos a redimir los pecados. Y tu serás el mártir que ponga el ejemplo.

El sujeto sacó una daga dorada, y la puso en mi cuello, empezó a hacer una incisión, y empecé sangrar... Pensé que moriría... un maravilloso réquiem empezó a sonar en mi cabeza, aquella bella tonada que compusimos, Julien, Eleana y yo... Empecé a escuchar con mis oídos a pesar de estar tan heridos el bello canto de la sirena de la cueva, empecé a sentir que la fuerza fluía por mis manos, el canto de la sirena convertía mi miedo en odio. Por fin, la energía fluía a través de todo mi ser, el odio me consumía, mis ojos se tornaron negros y todas las luces se convirtieron en negro claro, la luz ya no me molestaba. Pude romper por fin, mis amarras.

-¡Yo no voy a ser ningún chivo expiatorio, yo no soy tu sacrificio humano!

Él sonrió de un solo lado de la boca, quitó su capucha....

Eon estaba ahí listo para pelear contra mi.

-¡¿Cómo puede ser que sigas vivo?! ¡Moriste en mis brazos!

Con una risa sarcástica contestó. -¡Alberich! ¡Estúpido ingenuo! Todo estaba planeado, para que fueras tu quien hiciera el sacrificio. Y te convirtieras en el iluminado, pero te dejaste corromper, tu corazón helado y tu mente cortante, no te permitieron darte cuenta del honor con el que debiste de tomar el título de iluminado.

-Yo no soy elegido por nadie, tu sólo creaste una lucha interna en mí, tú sólo despertaste los demonios que dormían en mí, tú sólo me hiciste darme cuenta de que la vida no es más que el parpadeo de la noche.

-¡No Alberich! Tú sólo decidiste empezar la lucha contra ti mismo, tu deseo de dejar de ser quien eres fue lo que provocó tu guerra.

-Eon, todo lo que tu me dijiste fue un intento de manipulación.

-Lamentablemente Alberich, todo lo que creíste fue mentira, yo te puse la opción y tu creíste lo que más te convino, hasta volviste a creer en el amor, si no, pregúntale a Keira.

Lo más seguro es que mi cara atónita haya sido la más estúpida, cuando vi a Keira caminar hacia mi, salió detrás de Eon, sonriendo, su cabello rubio brillante deslumbraba el templo completo.

-¡¿Keira?!
-Hola, Alberich.- Ella siguió caminando hacia mí, sonriendo. Puso su mano sobre mi corazón. Besó mi mejilla y de su mano empezó a emitir calor, hasta que llegó al punto que me estaba quemando por dentro, acabé hincado. Eon, aprovechó y me levantó con upercut, con el cuál acabé en el suelo, comenzó a patearme, mientras Keira reía en volumen bajo.

Estaba perfectamente confundido, ¿En verdad Eon me engañó o me engañé a mi mismo?

No me defendí, simplemente trataba de aclarar esta ráfaga de pensamientos errantes. Mientras Eon estaba cerca de cantar victoria en nuestra pelea, tomó su daga y dispuesto a terminar de abrir la herida que me había empezado a hacer, dijo:

-Alberich, la luz siempre vencerá ante la oscuridad.

Levantó la daga....

Todo se convirtió en negro.


Abrí los ojos, y vi a Eon forcejeando contra mi, mis brazos cubrieron el ataque por si mismo, la misma energía y odio fluía por mi, seguimos luchando golpe tras golpe, hasta que por fin se le cayó la daga de la mano, Keira se puso a la defensiva y se me aventó, me tenía tomado por atrás, mientras emitía la misma fuerza de calor, yo exploté de energía y ella salió volando hasta golpear en un pilar donde quedó inconsciente.

Tomé la daga, y me acerqué hasta donde estaba Eon, trató de golpearme de nuevo, pero lo esquivé, logré conectarle dos golpes más y terminó en el suelo, me paré junto a él, y la daga brillaba, me hinqué, sólo para medir la distancia entre la daga y el corazón indefenso de Eon, preferí hacerlo de manera menos escandalosa, de modo que sólo fui enterrando la daga poco a poco, mientras la cara de Eon sucumbía ante el dolor y la agonía.

Me acerqué a Keira que se estaba reincorporando.
-Keira, regocíjate en el nacimiento de la noche.
-No, Alberich, escúchame.
-No Keira, ya te escuché demasiado, todo fue un engaño, todo fue falso.
-No Alberich, en verdad escúchame.
-Keira, hoy por fin, podrás terminar toda esta farza, deja de engañarte a ti misma, tu aura esta rota, y tú sola creaste tu propio infierno en tu vida. No había necesidad de lastimar a alguien más, no había necesidad de lastimarte a ti misma.
-Yo lo único que hice fue tratar de seguir adelante.
-Lo único que lograste fue estancarte y perderte en tu pasado, decidiste concluir una guerra que ya tenía perdida. Keira, bienvenida a la luz de la luna, la tomé entre mis brazos. Y le di un beso mortal. Deje caer su cuerpo inerte y salí del templo. Todo se convirtió en un blanco absoluto. Al terminar el camino blanco salí del viejo teatro... ¿Qué demonios? ¡¿El viejo teatro?! ¡¿Cómo llegué aquí?!
Caminé rápidamente, aún era de madrugada. Corrí a la primera avenida y tomé un taxi a mi casa.





-Hoy por fin se dio cuenta de que solo él podía tomar la decisión.
-Así es Eleana, por favor ve a recibirlo.

jueves, 25 de junio de 2009

La Marcha Fúnebre de los Ángeles. Capítulo XI: "Expiación"

"Tú, aquél que tira la primera piedra, cordero sin pastor, pastor sin corderos." Abrí los ojos, estaba en mi cama, de nuevos esos sueños atocigando mi descanso. No le busqué significado, me levanté y me estiré, son más de las 8 de la noche, he dormido demasiado. La tarde es color ceniza, nublada.


Decidí sentarme en el borde de mi ventana contemplando la calle, Keira aún vaga en mi mente y no concibo el hecho que no esté. ¡Hay demasiada tensión en mi mente! ¡demasiados destellos blancos! No logro concentrarme, ni tener un pensamiento claro. Poco a poco va pasando, recupero la apatía habitual y puedo pensar claro, pero comienzan a molestarme esos destellos
. Hoy me quedaré en casa, no quiero saber nada de nadie, estoy demasiado harto de tan constante lucha y de no poder comprender porque no puede haber empatía.


Pasaron un par de horas, estaba entablando un conversación con la luna, como solía hacerlo, cuando de nuevo, esos malditos destellos empezaron a hacer estragos en mi cabeza, poco a poco fueron tomando forma, y surgían susurros y voces. Estaba hincado, sujetando mi cabeza con ambas manos, mientras un alarido de desesperación salió de mis cuerdas vocales....

"¿Por qué gritas Alberich?"
-¿Qué? ¿Quién dijo eso?
"¿Ya no me reconoces? ¿Ni mi voz, ni mi rubia cabellera?"
Keira!
"Alberich, dejaste ir todo lo bueno que habías logrado, sólo has conseguido alargar tu agonía, me perdiste, perdiste tu sanidad por no creer en tu luz interna".
-¡No! ¡No sé qué creer! No sé que seguir...
"Alberich, unos ojos grises melancólicos te hicieron sucumbir, apesar de que yo te amé..."
-¿A qué quieres llegar con esto? ¡¡Sal de mi cabeza!!
"No me puedo ir, hasta hacerte ver, que te vas a perder en la oscuridad que sembraste a tu alrededor, Alberich, fuiste tu quién se llevó mi vida, la entregué a ti y tu me la arrebataste, destruiste todos mis sueños, mis ilusiones."
-No Keira, tu misma arrastrabas la cruz de tu tumba, viviendo tu cuento de hadas, cargaste el peso de la pérdida de tu madre, te encadenaste a un fantasma que no hacía más que martirizarse y hundirte.
"Alberich, yo cargué el peso que necesitaba para reivindicarme ante la luz, y si bien, viví en un cuento de hadas, tu eras el príncipe escondido de tal cuento"
Keira sal de mi cabeza! ¡Ya no te corresponde estar aquí!

En ese momento la voz de Keira empezó a transformarse, en un tono grave y masculino....
-A Keira ya no le corresponde, ¡pero a mi sí Alberich!

-¡Tú!
-Veo que has empeorado, sigues siendo el mismo tonto ingenuo.
-Eon...
-Me percato que tus pecados han incrementado, me sacrifiqué, para dejarte un ejemplo... ¿y pagas mi sacrificio con traición?
-Yo no traicioné a nadie... ¿Quieres salir de mi cabeza por favor?
-Alberich, hoy es el día de tu expiación, pues hay millones de pecadores allá afuera, ¡y uno de esos eres tú!
¡Hoy pagarás tu traición hacia la luz, pagarás haber dudado de ella!

Mientras clamaba la sentencia, miles de murmuros y voces empezaron a nublar mi cabeza, mis ojos empezaron a tornarse blancos completamente, me convulsionaba, gritaba, lloraba, todos mis órganos empezaron a contraerse, como si alambres de púas los sofocaran, la agonía incrementaba, mientras mi voz se desvanecía... empecé a visualizar como todo se convertía en negro.... total y completo negro.

Vi a la luna llorar sangre, vi a las estrellas derramar lágrimas negras, me vi a mi mismo con alas de un plumaje hermoso y oscuro.

AlberichLevántante en contra!"

Regresé a la agonía, el dolor era insoportable, me conciencia llena de colores claros y destellos de luz, mi voz volvió, comencé a gritar, pero me empecé a incorporar, cada vez recuperando más el poder sobre mi propio cuerpo, pude concentrarme y grité, grité como nunca lo había hecho.... de mi cuerpo salió disparado un destello negro, de mi boca salía humo negro, igual de mis manos y ojos. Ya no había dolor, tenía control de mis pensamientos de nuevo. Miré hacia enfrente.... Eon estaba ahí, mirando con una sonrisa muy desafiante. Levantó su mano y de ella salió esparcida más luz.
Con trabajo podía mantener mis ojos abiertos y verlo. En ese momento sólo escuché: "Adiós Alberich".
Y todo se convirtió en blanco.

viernes, 15 de mayo de 2009

La Marcha Fúnebre de los Ángeles. Capítulo X: "Redefine la Oscuridad"

...la figura masculina descendió, sentí su mirada cobijarme con cierta calidez, era casi tierna. Lo miré a los ojos, era Julien.
Tomé una postura de ataque, sin embargo él me abrazo. Sentí la melancolía de su abrazo, no pude hacer más que abrazarlo y dejar fluir el dolor que me atormentaba. Su voz rompió el silencio.
-Regocíjate, en el dolor que tu alma siente, y siente como las heridas empiezan a cicatrizar, pues son las mismas heridas y el dolor que sentimos un recordatorio de que la vida es real. El pasado nos acecha desde su ventana en lo más alto. Tus ojos ahorita dicen más que mil palabras, las lágrimas escurren, pero inminentemente cristalizarán y cada cristal es un recuerdo que debes conservar en lo más profundo de tu ser y recordar a aquellos que han ayudado a la formación de esas hermosas piedras cristalinas.
Ven, acompáñame...

Lo seguí, me llevó dentro del viejo teatro. En el escenario abandonado había un hermoso piano de cola negro, se sentó y empezó a tocar una melodía tan hermosa. Sentí, me estremecí.

-Alberich, la naturaleza tiene predispuesto un rol para cada uno de nosotros, algunos tal vez nacimos para reflejar nuestra pasión mediante la música y el arte, algunos otros nunca logran encontrar ese papel que deben desempeñar, tu aura esta rota, pues te culpas por la pérdida de Keira, pero ella tenía una lucha interna que librar por si misma, ella se culpaba por la pérdida de su padre y también le recriminaba a su madre todos los cambios en su vida. Ella misma decidió revelarse ante su dolor, pero fue tentada por el dolor y el rencor a crear venganza.
-¿Contra mi?
-No Alberich, no fue contra ti, fue contra aquello que la tenía oprimida, Eon, utilizó un método de convencimiento poco ortodoxo, forzándola a desenvainar la espada de la luz contra su voluntad, así como lo estaba haciendo contigo.
La melodía de Julien se había convertido en una sucesión de notas místicas, casi mágicas.
-Pero tu Alberich, no puedes negar tu asombro por la luna y las estrellas, tu propio signo es el búho, rey del cielo nocturno, guardián de los sentimientos más profundos.
-Los búhos...
-Sí, Alberich, déjate llevar y acompáñame, toca esa flauta que tan maravillosamente sabes hacer sonar....

Tomé la flauta y empecé a acompañar a Alberich, creamos una hermosa tonada, era una poderosa tempestad de emociones y notas, cuando de pronto, empezamos a escuchar un harpa uniendo su poder a la música, era Eleana.

De nuevo la voz de Julien entró en armonía con la música, sin entonar, simplemente hablando, siguiendo su soliloquio.
-Alberich, deja que la pasión que llevas en tu sangre fluya, déjate maravillar por todo aquello que amas, deja que la luna guíe tus manos y las estrellas formen la partitura de tu melodía. Haz que cada compás sea un reflejo de ti mismo. Deja que la noche sea la luz que ilumina tus ojos.

Y eso hice, simplemente me dejé llevar... cuando estaba en lo más dentro de mi concentración, vi los espectros de fuego y las alas que fueron perforadas en mi sueño salir de mis espalda, el hermoso plumaje oscuro creaba la silueta de un majestuoso ángel bajo la luna.
Estábamos interpretando juntos una marcha fúnebre, la marcha fúnebre de los ángeles caídos, la marcha fúnebre de la melancolía presente, la marcha fúnebre de todos esos sentimientos de incertidumbre. Este es el sonido del viento.

domingo, 19 de abril de 2009

La Marcha Fúnebre de los Ángeles. Capítulo IX: "...entre el calor y la nostalgia."

La luna sigue brillando, Eleana tiene un par de horas que se fue... Me quedé dormido. Tuve un sueño bastante peculiar.

Me encontré a mi mismo parado sobre una nube, con unas majestuosas alas blancas. Volaba atravéz de los cielos aún más arriba que las aves... Me acercaba a una isla en el aire, llena de individuos con alas como las mías, pero al acercarme, flechas de color carmesí me herían, algunas de ellas penetraban mis alas y caí, en el trayecto hacia el suelo mis alas empezaron a tornarse negras, iba cayendo hacia un precipicio lleno de espectros y muerte, mientras más profundo se hacía el vacío más cosas espeluznantes veía... cuando por fin caí... abrí los ojos en un lugar lleno de fuego y furia. Cuando me levanté y extendí mis alas que estaban en fuego, gigantes llamaradas crecieron a mi alrededor, mientras un espectáculo de perturbados y rencorosos se acercaba hacia mi, clamando mi nombre y mi autoridad.

Una eterna canción formada de sollozos, llantos y lamentos. Una visión de tristeza y rencor. Las flamas cesaron y todo quedo en oscuridad. En mi corazón aún brillaba el fuego negro. Y los rostros pálidos de ojos grises se acercaron, y fue tan... acogedor.

Desperté sin agitación, estaba perfecto, me miré al espejo y mis ojos estaban completamente negros y se formó una imagen en el espejo de fuego y espíritus. Sacudí la cabeza y tallé mis ojos, todo estaba normal, mi reflejo era normal, excepto por mis ojos, ya no eran cafés sino negros. Un negro profundo y en ellos se formada un espiral.

Decidí que tendría que buscar a Keira, pero esta vez, tendría que confrontar a Julien. Él combate con su música, la cuál penetra en los más profundo de tu sentir, utilizando los sentimientos como arma. De modo que combatiré de la misma manera. Tomé una flauta transversal que tengo desde que mi padre murió. Él me enseñaba, y cuando partió camino conmigo decidí guardarla.

Nunca fui muy bueno para tocar la flauta, la armé, la puse en mis labios dispuesto a tocar... y las primeras 2 notas... La y Fa sonaron tan dulces pero a la vez tan punzantes. Empecé a sentir como de mi corazón brotaban mis tristezas e hice por primera vez una melodía. Seguí tocando hasta que el atardecer muriera.

Ya entrada la noche salí, llegué cerca del viejo teatro. Me subí a la rama de un árbol que esta enfrente del teatro y empecé a tocar. Comencé a sentir presencias y miradas, reteniendo su hostilidad ante mi música. Cuando en el balcón del teatro empezó a acompañarme el sonido de un violín, todo empezó a cuadrar armónicamente, era una batalla en la que no habría un ganador, pues simplemente cada instrumento complementaba al otro, ninguna nota quedó al aire, todas entraron en cada uno de los corazones que nos escuchaba.
La tonada del violín se volvió agresiva, por fin me estaba atacando y sentía cada una de sus notas rasgar mi pecho, de modo que convertí mi dulce melodía en un suplicio para mi contrincante. La melodía más aguda se convirtió en flechas para los oídos y el cerebro del violinista.
Por fin, dejó de tocar y vi su figura caer desde el balcón al suelo.
Me acerqué a cantar victoria... Una multitud rodeaba al derrotado... Cuando abrí camino para verle la cara me quedé pasmado....
No supe que hacer...
¿Qué demonios pasó?
...


Era Keira, en un punto de agonía... me miró y su llanto brotó... la acomodé entre mis brazos, sus lágrimas eran ácidas, quemaban mi piel. El dolor sometía mi corazón, sentía como el remordimiento comprimía mi pecho, las lágrimas salieron de mis ojos.

Keira me miró y me dijo: -Perdóname Alberich, era mi mente trastornada luchando contra ti, yo nunca te haría daño... -mientras tocía y sufría espasmos agónicos... -Alberich, sucumbí ante la oscuridad... y perdí... perdóname....
Keria lloraba... Yo también mientras la tranquilizaba diciéndole que todo estaría bien, aunque ni yo mismo creí mis mentiras.
-Él me engañó Alberich, me ofreció una salida a todo aquello que me ataba y creí que sería cierto. Perdí Alberich... nunca quise hacerte daño..... en verdad... te... amo...
Keira dejó de respirar y yo olvidé respirar, millones de pensamientos giraban en mi mente. Era como un cuento lleno de ruido y furia que no significa nada*. Estaba perdido en mi lamento y en mi llanto; nunca había llorado tan fuerte, miré al cielo y la luna se había vestido de luto. Empezó a llover, ella misma estaba sumergida en la tristeza, la luna acompañaba mi pena. Abracé el cuerpo inerte de Keira, acariciaba su cabellera rubia sin parar de llorar, los rostros pálidos empezaron a alejarse, creo que ellos mismos sintieron el dolor que prevalecía en el aire.

Me quedé solo con el cadáver de un ángel caído, miré de nuevo al cielo y en la azotea del teatro una silueta masculina que había contemplado la escena con cierta ternura, dijo con la misma calidez:
"Pronto la lluvia apagará el sol, y todo será unido bajo el calor de la tristeza y la nostalgia."











*Shakespeare. Macbeth.

viernes, 20 de marzo de 2009

La Marcha Fúnebre de los Ángeles. Capítulo VII: "Una Hermosa Mentira"

Desperté, me incorporé, tenía demasiada sed, tomé un vaso de agua de mi mesa de noche. Un momento, estoy en mi departamento, en mi cama... ¿Cómo llegué aquí? Debería estar en la casa secreta con Keira... Miré a mi alrededor, observando mi lugar, que bien se siente estar en mi hogar...

Volví a dormir, estaba muy cansado y mi cuerpo estaba muy lastimado. Ya entrada la noche desperté, pues escuché un vidrio romperse, abrí los ojos, Eleana traía una charola con comida, pero el vaso se le cayó.
No comprendía porque Eleana habría de estar en mi casa trayéndome la cena, me senté en la cama y ella puso la charola sobre mis piernas. y dijo- Come Alberich, te hará sentir mejor.- Empecé a comer, una sopa, que realmente me sabía delicioso, estaba muy contento de estar en mi casa.

Cuando terminé, Eleana retiró la charola y se sentó junto a mí... nos miramos a los ojos como hacía ya un tiempo que no lo hacíamos... sus ojos grises hermosos, sus labios... Acarició mi rostro... mientras lo hacía escuché su voz dentro de mi cabeza y me decía "perdóname".
-¿Te perdone de qué?
-Perdóname por todo lo que ha pasado y lo que esta por pasar.
-¿Lo que está por pasar? ¿De qué estás hablando?

-Verás Alberich, ayer ya que la tarde moría, estaba sentada en el bosque, cerca del viejo teatro, miraba hacia el cielo y vi volar una flecha en llamas, domino perfecto que eso significa desafío. Me acerqué discretamente a ver quién había lanzado el desafío y vi a Julien.
Me exhalté un poco, pues sabía que el desafío era para ti y sabía también que acudirías. Por lo tanto decidí seguir a Julien, pues sabía que las cosas no saldrían bien para uno de los 2... y sabía que tu tendrías las de perder...
De modo que mandé un búho a la casa pidiendo a Keira que te siguiera. Efectivamente Keira te siguió... pero la detuve afuera, la atrapé, pues ella era la excusa perfecta para evitar que Julien te eliminara.

-¡¿Qué?! ¡¿Qué le hiciste a Keira?!

-Yo sólo la puse en el lugar necesario para que distrajera a Julien, y funcionó, te salvé la vida Alberich...
-Pero ¡¿Y Keira?! ¡¿Dónde está?! ¡Tengo que ir por ella!
-No, Alberich tu no debes salir ahora, estás muy débil.
Eleana responde!¿Dónde esta Keira?
-Alberich, cuando Julien te estaba atacando, empujé a Keira hacia el manantial... Julien dejó de tocar para levantarla, ella estaba inconsciente. Julien la tomó en sus brazos y se la llevó. Te miró y se fue.
-¿Crees que Keira este bien?
-No lo sé Alberich... Dudo que Julien le haga daño, pero cabe la posibilidad que la deje a merced de los demás...
-Y eso significa...
-Puede ser nada o puede ser lo peor.

En ese momento Eleana se paró y salió de la ... Me quedé pensando en cómo salvar a Keira... Pero... ¿y Eleana?
Demonios... Eleana hizo todo esto por mi, por miedo a que me pasara algo. ¿Qué carajos pasa? Eleana debería ser mi enemiga, debería de odiarla por lo que hizo, y por tantos problemas que me ha causado... y sin embargo, ella sigue ahí.

La luna brilla en su máximo esplendor, me paré para verla bien, abrí la ventana, las brisas primaverales brillan con la luz de luna. ¡Por favor, señora blanca que iluminas nuestras noches... quema mis ojos y mis prejuicios, cégame ante la discordia y abre mi corazón, deja que sea él quien me guíe!



domingo, 1 de marzo de 2009

La Marcha Fúnebre de los Ángeles. Capítulo VI: "Un Maravilloso Réquiem"

Después del el sueño tan perturbante que tuve y la imagen del búho observándome, no había más que pensamientos de fuego en mi cabeza. No sé... ¿Qué sentido tenía todo ahora?

El atardecer deslumbra, el sol es capturado por las nubes forzándolo a convertirse de color anaranjado, parece que lo someten a perderse en el negro. Yo estaba sentado en la azotea de la casa, pensando, mientras veía la tarde caer.
Keira subió y se sentó conmigo. No dijimos nada, aunque ella notaba cierta rareza en mi semblante.

-¿Qué tienes?- preguntó.
-¿Por qué estás aquí Keira?
-Quería acompañarte.
-No me refiero a eso... ¿Por qué estás aquí?¿Por qué te uniste a Eon?
-Pues... verás, cuando yo era niña, vivía rodeada de tristeza y angustia, mi papá murió asesinado, nunca supieron qué pasó, sólo lo encontraron al borde del río, vencido en una lucha. Mi mamá se volvió loca después de eso, después a haber sido una familia unida y perfectamente funcional, ella cayó en depresión. Cuestionaba todas sus buenas acciones, argumentando que qué caso tenía haber sido una buena persona si a fin de cuentas nunca iba a tener lo que merece. Empezó a maldecir todo lo que nos había sucedido. Sus plegarias oscuras fueron escuchadas por un decadente, él entró en contacto con ella, y empezó a seducirla con palabras reconfortantes para ella, ella creyó en la oscuridad... Poco a poco su hermoso cabello rubio se fue haciendo turbio, hasta convertirse en gris.
Mi mamá empezó a salir en las noches y regresar en las madrugadas, regresaba siempre pálida su aura estaba rota, su bondad se había convertido en tristeza, nada le importaba.
Un noche decidí salir tras ella y ver qué es lo que hacía... la seguí hasta una iglesia a la que entró y se sentó frente al altar y empezó a llorar... Poco a poco su llanto se empezó a transformar en una especie de odio y gritos, sus ojos verdes lloraban lágrimas negras, y sus rugidos eran espantosos. En ese momento entró el, el decadente que te mencioné, la abrazó y madre se tranquilizó, y sólo preguntaba "¿Por qué?".
Nunca supe lo que el le respondió, pero después de su respuesta, el salió de la iglesia, mi madre se quedó unos segundos más sentada en una de las bancas. Después salió.

-¿Qué pasó después?

-Se dirigió a casa, y nunca fue la misma, apesar de que regresó a ser la madre cariñosa que yo amaba, preocuparse por mi, no era la misma, sus ojos ya no brillaban. No sé qué pasó con el decadente aquél, pero sí sé que algo le hizo y nunca le voy a perdonar haber cambiado a mi madre y juré que nunca...

En ese momento que Keira me contaba, un flecha en llamas pasó disparada junto a mí, se clavó en la puerta de la azotea. El fuego empezó a escribir un llamado de guerra, era un desafío de parte de aquellos que viven bajo la luna.

Keira se levantó y corrió a alertar a los demás... Yo me quede leyendo el llamado... porque realmente el desafío era sólo para mí.

"Para aquél que lleva la venganza ajena en su corazón. Te espero donde cantan las sirenas.
Ven con tu corazón dispuesto a sangrar, como has hecho con otros corazones.
Julien"

Subieron todos los demás... no los dejé leer el llamado, pues era sólo para mi.
Protestaron, a lo que les respondí que era un desafío para mí, y que a nadie más les concernía.


Esperé a que la noche arribara, pasada la media noche salí. Keira estaba preocupada, pero no le permití que me acompañara.

En base a mi sueño, dejé que la melodía que había escuchado mientras dormía me guiara... Cerré mis ojos y pasaron tantas cosas por mi cabeza, incluyendo a Eleana, Keira, Eon, mis sueños, mis miedos...
De pronto un búho llamó mi atención, pues me miraba fijamente, y me dio a entender que el me guiaría.
El volaba bajo y lento, yo sólo decidí seguirlo. Cuando menos me di cuenta estaba en la entrada de la caverna de mi sueño. Entré imaginándome la hermosa melodía... a mitad del pasadizo oscuro que me guiaría a la gruta del manantial empecé a escuchar música de harpa... La melodía de nuevo era sentimental, triste y melancólica... me hizo recordar lo que en mi sueño escuché, acerca de la interpretación que le dí a la música de acuerdo a mi estado de ánimo, así que seguí y al entrar a la gruta, lo vi, él sentado tocando el harpa, su cabello negro hacía sombra sobre su rostro... La canción era cautivadora.

-Qué maravillosa tonada.-dije.
-Que bueno que te agrada mi música Alberich.
-¿Cómo es que sabes mi nombre?
-Eres bastante conocido, por ser el títere de un difunto obstinado, que dejó su legado de venganza en tu corazón.

El comentario no me cayó en gracia, pero apesar del comentario molesto, no sentí hostilidad de parte de Julien.
Mientras seguía tocando lo miré, preguntándome quién era.

-Yo soy Julien, descendiente del signo de la luna. En palabras que tu usarías, tu enemigo.
-¿Cómo puedo ser enemigo de algo que no he podido comprender?
-Tu elegiste el camino, Alberich. Elegiste odiar algo que no conoces, y no es raro, todos los seres humanos cometen el mismo error, odiar y juzgar a lo desconocido.
-Oh, Dios mío...- dije en forma de suspiro.
-Dios padre, hijo y espíritu santo, nos nos pueden encontrar en la oscuridad.
-¿Qué?
-Todos temen a la oscuridad, porque nadie confía en sus sentidos, todos temen a una casa oscura y abandonada, pues la vulnerabilidad es encontrada durante la noche.
Las noches son gobernadas por la luna, emperatriz de la oscuridad, guardiana de deseos, sueños y sentimientos.
Todos rezan, Alberich, por no ser olvidados en la oscuridad, rezan porque una luz los guíe atravez de la oscuridad. Pero el tiempo no deja de quitar los segundos de la vida, declarando abandono aunque las intenciones de encontrar esa dulzura prevalezcan.
El tiempo sucumbe ante la melodía de una tierna canción al igual que todo deseo sucumbe ante la tentación, escucha ahora Alberich, un réquiem que tu corazón mismo me esta dictando, una marcha fúnebre desde el fondo de tu corazón.

La tonada se empezó a convertir en una tortura, penetraba mis oídos y mi cerebro, hizo que me tirara y me retorciera, a pesar de ser las mismas hermosas notas que había estado tocando. Pero ya en el compás final... empecé a sentir una cálida paz, que me recibía en la fraternidad de sus brazos, abrí mis ojos, era la hermosa mujer blanca que ilumina las noches y nos escucha...








Abrí los ojos, no distinguía figuras, todo eran grandes plastas de colores oscuros. su voz gritaba y lloraba: "¡No te vayas, no te mueras!" Escuchaba su llanto, y sus súplicas porque regresara. Esa voz, tan conocida, tan...

Eleana!
-¡Sí, Alberich resiste por favor!
-¿Dónde esta Julien?
-Se fue, lo distraje.
-¿Por qué Eleana?
-Alberich... no es el momento, te llevaré a casa, te curaré y te explicaré...

lunes, 23 de febrero de 2009

La Marcha Fúnebre de los Ángeles. Capítulo V: "El Canto de las Sirenas".

Desperté a mitad de la noche... Se sentía tranquilidad Keira dormía profundamente. Me levanté pues algo perturbaba mi interior, abrí la puerta del cuarto, todos dormían en sus respectivos cuartos.
Fue en ese fatídico momento que por fin escuché esa voz... Me acerqué a la ventana y miré...
La voz venía de entre los árboles... Me cambié y salí, la voz era tan hipnotizante, no quería dejar de escucharla... Su melodía era tan melancólica, tan triste y el sentimiento con el que cantaba era tan hermoso, era imposible no sentirse atraído a ella.

Empecé a caminar entre los árboles del bosque que rodeaban la casa, estaba temeroso de algún ataque, pero no pude parar, tenía que encontrar a quien emitía tan bella canción. Logré llegar a una cueva... nunca la había visto apesar de mis varios paseos por el bosque. Entré la voz se escuchaba cada vez más clara, y en ciertos silencios que hacía la melodía se escuchaba un suspiro y respiros cortados... Estaba llorando.

Seguí caminando entre la oscuridad, cuando la luz de la luna ya no me permitía ver, saqué un encendedor llegué por fin a un manantial... en medio de una cueva....era una gruta gigante, en la parte más alta de las paredes de la cueva, había aberturas por donde entraba la luz de la luna, reflejando en el agua mil siluetas de sus tristezas y sueños.
Cuando la vi, estaba sentada justo donde uno de los rayos de la luz de la luna caía, tenía un velo negro en la cara y un vestido negro. Ella sabía que estaba ahí, pero no pareció importarle que escuchara su hermosa canción.

El agua seguía reflejando las siluetas que bailaban con la tristeza de esa persona, las estrella parecían estar presentes ante tal exhalación de sentimientos, las luciérnagas llevaban el ritmo iluminando cada beat.

Ella seguía tarareando, me senté del otro lado del manantial simplemente a escucharla, mientras contemplaba las estrellas, la tonada seguía.

Ella seguía cantando, sus tonos vocales eran más allá de lo que puedo describir con palabras, simplemente no podía dejar de escuchar. Cuando escuché su voz dentro de mi cabeza, al mismo tiempo que mis oídos percibían su voz cantando.

-Bienvenido. -Dijo ella dentro de mi cabeza.- Lo que escuchas es el saludo de los ángeles, el sonido del viento.

No respondí, estaba contagiado con la melancolía de la canción pero también podía atender perfectamente a lo que ella decía.

-Muchas veces el viento merece que lo escuchemos, pues es él junto con el aire quienes llevan la vida...
Lamentablemente es el mismo viento quien ha dejado de tratar que lo escuchen.

-¿Y qué es lo que trata de comunicarnos?

-¡Oh! Querido, el viento tiene un mensaje para cada quien... somos tan pocos ahora que dedicamos tiempo a escucharlo, que ya no nos responde, aunque sabemos que está ahí. -Ella quitó el velo de su cara y lo arrojó al agua. Su cabello rojo largo y lacio escurrió por su espalda y su pecho, y prosiguió.- El viento tiene algo que decirte, por eso consiguió que escucharas el saludo que estoy entonando.

-¿Siempre es así de melancólico el saludo?

Ella sonrió y dijo:
-Alberich, el saludo es percibido e interpretado de acuerdo a los oídos que lo interceptan. En este caso, tu no tienes más que melancolía y miedo dentro de ti. Todo el tiempo estas triste pensando en qué podría ser si no te hubieras dejado arrastrar a la posición en la que te dejó alguien obstinado y perjudicado por la malicia que provoca la venganza. Apesar de haber encontrado buena compañía, unos ojos angelicales pero persuadidos por la misma venganza, has conseguido que te siga gente cegada a la realidad que tu quieres encontrar.
Tu corazón hace plegarías por ser libre y sentir, y tan fuertes han sido sus plegarias que los búhos han acudido a ellas, los mensajeros del viento acuden a los llamados de tu corazón.

Me quedé helado con lo que dijo, pues muy dentro de mí sé que todo eso es verdad, estaba llorando, la melodía de su voz hermosa seguía exaltando mis emociones, y yo estaba contento y en paz.

Ella continuó:
-Alberich, cada quien en esta vida, tiene derecho a escoger sus caminos o abrir nuevos, pero tu elegiste uno que no es tuyo, estas llevando a cabo y sintiendo algo que no te pertenece. Ahora, sólo tengo una petición para ti, párate aquí donde estoy yo, y mira hacia el agua...

Me levanté y fui hacia donde estaba ella, subí por la roca en la que ella estaba sentada, no la volteé a ver, simplemente miré hacia el agua, sentía su voz salir y abrazarme y confortarme... no había dejado de llorar cuando miré hacia abajo, una lágrima escurrió por mis mejillas y cayó al agua... Se empezó a romper la tranquilidad que había en el agua y empezaron a aparecer imágenes horribles, de sufrimiento y angustia, empezaron a surgir gritos lastimeros y de agonía atravez de la cueva.

-Lo que ves Alberich, es la proximidad de tu vida copiada, es el caos de ser alguien que no eres.

Mientras su voz decía eso sus cantos se convertían en un suplicio apesar de ser la misma bella tonada, las imágenes y manifestaciones de dolor, angustia y agonía, formaban la más tétrica de las composiciones musicales. Empecé a sudar, mientras gritaba y lloraba que parara.

-Alberich, Ten miedo de ti mismo. Pues eres igual que la misma muerte.- Ella soltó una risa malévola y se tiró al agua y desapareció.

Yo desfallecí y caí hacia atrás. Estando en el suelo, cerré los ojos y me dejé llevar por el remolino de visiones y sentimiento que sentí...

Desperté en mi cama junto a Keira... creo que todo fue un sueño... Pero cuando miré a la ventana había un majestuoso búho parado observándome.


jueves, 5 de febrero de 2009

La Marcha Fúnebre de los Ángeles. Capítulo IV: "Retratos No-Objetivos del Karma"

La noche es muy oscura, más de lo normal, las sombras de los retratos perdidos nos acechan, la luna esta cubierta por algunas nubes. Hay pocas estrellas y sigue haciendo frío.

Estaba sentada bajo un árbol escribiendo la canción más triste de la historia...

-Eleana, ¿puedes venir un segundo?

Me levanté y entré al teatro abandonado... bueno abandonado por la sociedad, porque aquí es donde habitan algunos de nosotros. Al entrar me llevé una gran sorpresa, pues en ese momento tenía lugar una reunión de muchos de aquellos que son cobijados por la luna.
Comentaban otra gran batalla que habría de tener lugar en unos días, pues habíamos terminado con uno de los líderes de el clan del sol.
Era como un carnaval de inmaculados por la oscuridad, un festín de deseos y una orgía. Mientras sobre el escenario se llevaba acabo una danza de cenizas.

Me senté en un rincón a contemplar a los comensales... Es muy difícil conocerlos a todos, de hecho no conocía a nadie, pues la estancia de muchos es efímera, cada quien va y viene a su gusto, sólo hay uno a quien he visto desde que volví a nacer bajo el signo de la noche.
Julien que a voz de rumores, sé que es de los más sabios.
Hago mención de él, porque se acercó a mi esa noche... Mientras contemplaba el descontrol de la noche, llegó con una sonrisa. Extendió su mano, la tomé y me pidió que saliéramos.

-Eleana, te he observado desde hace algunos meses... Y he de decir que me intrigan todos los pensamientos que me han llegado de tu mente.
-¿En verdad me has seguido y leído mis pensamientos?
-Es inevitable escuchar lo que piensas, pues tu confusión y tu tristeza piden a gritos ser consoladas.
-No sé que decir...

-No digas nada y mejor escúchame tu a mi.
La ignorancia es una bendición, ninguna sabia mujer ha fallado en decirlo, ni en lo que dicen: "La negligencia lleva a la perfección". Pero tu eres diferente, tu no olvidas, no abandonas.

-Mientras más trato de voltearme de la multitud, más siento que mi espalda es apuñalada. Por más que trato de escapar, más levanto el cuchillo, el cuchillo de el alivio contra toda la irrelevancia. Para por fin poder dormir durante las noches.

-Llamó tu atención una figura, una cara, vigilaste su lenguaje y sus palabras te sedujeron. Fue una plaga para .
-Caí en unos ojos cálidos...
-Un corazón que no estaba frío....
-Si...
-Ser perseverante condena... Ignoraste el dolor de todo este torniquete que te ata.
-Es ridículo ¿verdad?
-El karma fue esculpido por accidente Eleana, te dejaste llevar por un cuento de hadas... pero no escuchaste el cuento en el lenguaje de los fantasmas.
-Nadie me advirtió que los lobos vendrían a perseguirme.

-Tu siendo la víctima dejaste que rasguñaran y mordieran, cuando debiste de haber apuñalado. Por eso escogiste renacer bajo la luna Eleana, es una vida solitaria.

-Lo sé... Los fantasmas de mi vida mortal me acechan de nuevo, me dejé morder por los lobos. No creí que tuviera que clavar mis colmillos en el corazón de alguien más para poder sanar el mío.

-Es verdad, una parte para ti y que puedas sanar... y otra para los fantasmas del pasado, un rasguño en tu piel, una gota de sangre para dejarlos entrar en ti. Sus palabras provocaran una dulce fractura como de una pedrada, pero no hay palabras más sabias que las de tu propio pasado. Déjalos tener su festín en tu piel, déjalos que marchiten esa rosa que se esculpió por error y permite que la caída de sus pétalos te fortalezca.

-Julien... ¿Cómo es que te diste cuenta de todo? Mantengo mi mente cerrada...
-Ha,Ha... Eleana, tus ojos te delatan, pues lloran en silencio... Eres un ser hermoso, pues tienes el alma de un niño... inocente, aún sientes como uno y tratas de amar.
-¿Tu no tratas de amar?
-Yo lo hice... pero ahora después de tantos años creo que he olvidado como es eso de amar.
-¿Es eso lo que me espera? ¿Ser fría y miserable?
-No necesariamente... yo preferí bloquear mis sentimientos, y ahora creo que no puedo quitar el bloqueo.

En ese momento por fin crucé la mirada con Julien... Era hermoso y sabio. Sus ojos negros eran fríos... su cabello negro lacio, con su fleco detrás de la oreja... su boca formando una "M" perfecta, su nariz respingada...
Pero no pude más que mirarlo y sentir que el también pedía ayuda.

-Si Eleana, tu calidez me atrae, y te deseo... Ya no puedo más con este frío que me consume. Y sé que tu también me necesitas a mi.

Sus palabras me dejaron atónita, jamás creí poder llegar a ser la compañera de Julien. Soy la única que sé algo de él... y sé que puedo saber más y cobijar su corazón y enseñarle de nuevo a sentir.
En ese momento Julien me besó, un beso que él empezó con miedo, pero sentí como poco a poco se volvió un beso cálido y sin temor.





miércoles, 28 de enero de 2009

La Marcha Fúnebre de los Ángeles. Capítulo III: "La Venganza Prevalece atravez del Tiempo."

El ambiente es lúgubre, todos están cabizbajos... Mientras se prepara una ceremonia para Eon, decidí escaparme de mis apocentos curativos para darle una ojeada a la casa. No había nada interesante, cuartos con camas, algunos baños, una biblioteca muy pobre y una cocina. Cuando iba de regreso a mi cuarto, encontré una recámara secreta, para mi sorpresa, solía ser la recámara de Eon. No lo dudé, entré.

Tenía muchos retratos, en la gran mayoría el salía, pero no en el centro de la foto, si no, como un elemento más del fondo, en todas parecía estar ahí como de casualidad...

Encontré también un diario y más retratos, me senté a leer, era un diario de una persona normal, relataba todo lo que hacía en sus días, y era muy emotivo. Ver unas flores podía hacerlo llorar.
Estuve a punto de dejarlo... hasta que encontré algo que me dejó helado. Era algo que había pasado de largo, por querer saber más acerca de Eon.

"24 de diciembre de 1918.

Desperté un poco más tarde de lo normal y fui a la iglesia con mi madre. Al regresar ella empezó a preparar la cena, mientras yo preparaba la mesa, mi padre había prometido regresar para estas fechas, hacía más de 12 meses que se había ido.

La guerra ya ha llegado a su fin, hay un ambiente de armonía, todos tratan de ayudarse a si mismos.
Estaba la cena servida cuando entró mi papá, fue un momento totalmente hermoso. Nos abrazamos, lloramos...
Nos contó sus experiencias, pero era bueno que estuviera en casa.

Después de una gran cena, subí a recostarme, no pude conciliar el sueño... abrí la ventana, y me senté en el borde a contemplar a la luna y las estrellas.
Escuché la puerta, era mi padre, venía llorando. Aun no creía que ya estaba en casa. Platicamos muchas cosas, entre ellas, me comentó que había conocido a "los hijos de la noche". Y que eran realmente espeluznantes esos sujetos. Después de una larga plática se fue. a mis 19 años de edad, nunca había escuchado de "los hijos de la noche".

Me volví a sentar en el borde de la ventana. Y miré hacia abajo y ahí estaba ella, una mujer rubia, pálida, bastante bella, ojos grises. Me miraba, comenzó a espantarme su mirada, pues era pesada, decidí entrar y cerrar la ventana. Cuando vi que mi padre salió a verla, se abrazaron. Y cuando se separaron voltearon a verme. Corrieron hacia dentro de la casa.
Mi madre dormía y yo no sabía que pasaba, mi papá abrió la puerta de mi recámara y detrás de él estaba ella. Mi papá estaba irreconocible, sus ojos lloraban, se hincó ante mi y me pidió perdón, bajé la mirada para verlo y cuando la levanté ella estaba frente a mi sonriendo de una manera tan macabra y horrible... no pude más que tirarme hacia atrás, ella me tomó de el cabello y me arrastró yo estaba triado, viendo hacia donde mi padre, que seguía hincado sin hacer mucho, cuando sentí en mi cuello el aliento frío de esa mujer... Me empezó a morder y no dolía... era placentero, pero en eso mi papá saltó sobre ella, pelearon, gritaban, era una escena horrible.
Mi madre entró con un cuchillo y se lo clavó en la garganta a ella. Ella cayó, pero inmediatamente se incorporó y saltó por la ventana.

Mi madre y yo nos acercamos a mi padre. Sólo nos dijo que en la mañana nos fuéramos de ahí y que nos amaba. Murió esa madrugada."

¡Eon también tuvo un contacto con la oscuridad! ¡Estuvo cerca de ser uno de ellos! Seguí leyendo, como él y su madre huían y encontraron asilo en ciudades del sur, y narra que después de lo sucedido juró jamás caer ante la tentación de la oscuridad... pero... ni siquiera sabía el mismo si esa mujer era una de ellos...

"3 de mayo de 1919
Mi madre falleció hoy en la mañana, un paro cardiaco.
Estoy solo... y hoy en el cementerio, ya que todos se había ido y el sol aún alumbraba, me quedé frente a la tumba de mi madre, encontré junto a su tumba un pequeño collar de un sol, me lo puse y me hizo sentir mejor."

"4 de mayo de 1919
Alguien habló conmigo en mi sueños, me dijo que yo había sido elegido para iluminar el mundo que aún estaba en penumbras... que pronto no habría más sufrimiento físico ni emocional. Sólo tenía que dejarme creer en mi y en lo que quisiera hacer, puedo todo habría de hacerlo."

Ese fue el último día que Eon escribió.... y eso fue hace casi 100 años.... físicamente Eon se veía mucho más joven, no aparentaba ser un anciano de más de 100 años.
Pero todo tiene sentido, Eon era un ser con un poder gigante... Pero...

En ese momento entró un señor, un iluminado... no parecía estar sorprendido de encontrarme ahí.
Empezamos a hablar de Eon, me contó muchas anégdotas de vida... cosas que en verdad no me importaban.
Hasta que me empezó a platicar acerca del primer y único amor de Eon, Se llamaba Pandora... "y ella lo dejó, cuando se convirtió en decadente". Decía el señor.
Me quedé anonadado, no supo decirme más, pues nadie la conoció más que lo que Eon llegó a hablar de ella.

El señor prosiguió: "Yo estuve con Eon, desde ese momento el decidió que tendría un enfrentamiento con la oscuridad, pues él como muchos de nosotros habíamos sido elegido por la luz. Pero el creía que ese don debía ser un motivo de guerra, muchos nunca estuvimos de acuerdo con eso, pero el estaba aferrado. Dispuesto a una Venganza, dispuesto a un enfrentamiento por mero orgullo, y así fue, llevándose entre sus manos muchas vidas."

El señor salió del cuarto justo después de mí, yo me dirigía a mi recámara a tratar de reposar, pues seguro Keira estaría como loca buscándome. Cuándo el solo dijo:
"Alberich, tu fuiste escogido por Eon, pues el creía en ti. Y aún estando en la muerte, sabe que lo vengarás, pues tu eres el elegido, tu sed de venganza es aún más grande que la de él."


jueves, 22 de enero de 2009

La Marcha Fúnebre de los Ángeles. Capítulo II: "... en la luz nerviosa."

Cada 2 ó 3 días aparecía Eon, donde menos lo esperaba. Me enseñaba desde técnicas de combate, hasta como controlar la luz mediante mi energía. Podía provocar un gran apagón y yo tener la luz en mis manos. Podía caminar por el sol y sentir como absorbía su calor. Podía brincar tan alto y mantenerme en el aire por varios segundos, casi volar. Podía con tan solo concentrarme provocarle a alguien más un desmayo, convulsiones, hasta la misma muerte.

Cada día que pasaba me hacía más fuerte, cada vez brillaba más. Y mientras más brillaba fui conociendo más de los míos, ¡más personas que tenían esa luz interna!

Y así pasaron semanas. El invierno esta por llegar a su fin, aunque el frío aún es fuerte y ha habido algunas tormentas de nieve, lo cuál es extraño, como si el invierno no quisiera irse, como si amenazara con quedarse.
Los vientos invernales siguen soplando, aún sollozan, aún tratan de decirnos algo. La noche de hoy nos cobija de manera extraña, sus nubes son rojizas, y la luna esta cubierta por ellas....

Hoy desperté tranquilo, estoy ejercitándome un poco, cuando Eon entró por la puerta de mi recámara. Su rostro se ve un poco perturbado.

-¿Qué pasa Eon?
-Ayer se derramó mucha sangre. Hubo un ataque de los decadentes.
-¿Cómo? ¿A quién?
-Atacaron a los nuestros Alberich, sus plegarias fueron silenciadas con sangre.
-¡Maldita Sea!
-Me temo que no estás a salvo aquí, porque tememos que hoy haya más ataques.
-¿Qué haremos?
-Iremos a algún punto donde nos reuniremos todos y traeremos la luz del sol a la noche para que nos proteja.

Salimos directo a un tipo de cuartel secreto. Afuera había muchos "iluminados" colocando faros y poderosas lámparas de luz UV que se mantendrían encendidas toda la noche.
Entramos, había un sentimiento de miedo y tristeza.
El atardecer estaba ya agonizando. Todos los iluminados entraron al cuartel. Eon hablaba, tratando de usar las palabras más suaves y reconfortantes.
Pues el sentimiento de incertidumbre vibraba en el máximo de su onda, atravez de las ventanas no podías ver mucho más que la luz del sol artificial que rodeaba el cuartel. Pero se sentían las presencias, ellos saben dónde estamos.

Mi corazón latía duro, pues sabía que afuera estaba Eleana, lo que aún no terminaba de comprender es como la luz UV nos protegería de ellos.

Si ponías atención el viento murmuraba y algunas aves aún cantaban, la vegetación nocturna despertaba, los grillos también entonaban, las luciérnagas hacían su danza de luz. Se escuchaban algunos búhos. La noche no es tan espeluznante... de hecho... creo que la noche y yo seguimos siendo amigos.

De pronto...

Todo estaba callado. También dentro de la casa. Fueron tal vez 20 segundos de silencio absoluto, podía escuchar mi corazón acelerarse, al igual que el de la persona que me acompañaba en el cuarto donde contemplaba la noche. Aunque creí estar solo, no me espantó, aunque ambos seguimos sin hablar. Y esperábamos ver que pasaría afuera.

Poco a poco se fue escuchando un aleteo, llegó hasta un árbol que estaba frente a la casa, con el reflejo de la luz, se veía perfecto, un búho majestuoso, empezó a hacer ese sonido... el canto del búho parecía ser un canto de guerra y parecía incitarla.
Entre los árboles se podían notar las siluetas de ellos, ellos que viven bajo la luna.
Se preparaban en silencio entre las sombras. Pasando desapercibidos a los ojos comunes.
Suspiré....

-Te sientes tan atraído por ellos... ¿verdad?
No contesté, no volteé la mirada.
-¿Por qué te llama tanto lo que tenga que ver con la oscuridad?
No volví a contestar. Pero ella se acercó, y se puso junto a mi a contemplar la noche.
Era rubia, su cabello brillaba, tan hermoso, tan reluciente. Su rostro angelical me dejó admirándola sin siquiera poder hablar, sus ojos verdes tan pacíficos, tan acogedores. En verdad, era hermosa.

-Creo que prefieres no hablar...
-... no, espera.... lo siento, me perdí.
-¡Oh! ¡Ha,Ha! ¡Pensé que no hablarías nunca! Tus pensamientos... ¡vaya que son profundos!
-Si, me fui por un momento, lo siento. ¿Cuál es tu nombre?
-Keira, y sé que tu eres Alberich ¿cierto?
-Si...

Era una plática tan inocente, tan bella y a la vez tan normal. Se sentía su calidez, su corazón latente, su corazón sincero. La sentía sin miedo a pesar de la situación. confiada y segura de sí misma.

-¿Ya me vas a responder por qué estás tan atraído a la noche?
-Tuve un contacto con ella...
-Entiendo... Pero creo que ya no es bueno, ni sano para ti que estés así.
-Lo sé, pero es inevitable sentir que viento me llama por las noches, es inevitable sentir que los búhos vienen hacia mi.
-Alberich... tú eres luz, todo tú eres luz... no necesitas más. Con tu luz atraes y reconfortas a todo aquel que este contigo. Eres un ser precioso.
-Gracias...
-Ven, vamos por un poco de leche con chocolate.

Estábamos sentados tomando el chocolate y platicando, cuando Eon entró corriendo y me dijo:

"Alberich, tienes que ver esto".

Me levanté, lo seguí, salimos, había una cantidad impresionante de búhos, nada más escuché a Keira hacer un gesto de impresión, cuando atravez de la luz UV la vi.
Eleana estaba después de la luz, en un punto donde no la tocaba.

Eon me dijo, que los búhos decían mi nombre.

Caminé hacia Eleana, Me detuve justo antes donde la luz terminaba. Y Eleana se paró justo donde la oscuridad empezaba.
Era una escena impresionante, la luz y la oscuridad parecían respetarse, había una línea divisoria. Noté que atrás de Eleana, había muchos más de ellos. Sólo la miré... Ella me miró.

-Eleana, ¿qué pasa?
-Alberich... dijo, con lágrimas en sus ojos. -Veo que seguiste tu luz, me hace feliz ver que estas bien.

-¿De qué hablas? ¡Me traicionaste! ¡Me dejaste!¡Todo lo fingiste, eres una mentira!
Rió como si lo que le estaba diciendo fuera ridículo y dijo: -No esperaba que lo notaras Alberich, pero en verdad yo te estaba haciendo mal y decidí terminarlo.

-¡Ay por favor! ¡No seas ridícula! Me heriste de la manera más vil, huiste. Creo que tu "manera de terminar el mal que me hacías" me hizo más daño de lo que me hubiera hecho si no te hubieras ido. Eleana... ¡Era Feliz!

-No te pongas así... Todo lo hice por ti.
En ese momento, Eleana trató de tocar mi rostro, ninguno de los 2 habíamos tratado de cruzar la línea marcada entre la luz y la oscuridad, su mano se quemó, pero aún así acarició un poco mi rostro, regresó rápidamente su mano, la quemadura era dura.
Sus ojos grises lloraban, su rostro era de dolor, y aunque en el momento que me acarició hubo una distorsión en la luz, me sentí tan vulnerable.
Ella gritaba del dolor, en ese momento sólo sentí como de la nada una ráfaga negra me golpeaba. Salí volando, estaba en el suelo herido.
Eon y Keira corrieron, y las ráfagas de viento negras nos atacaban, eran ellos a quienes la luna protege atacándonos.
Eon se volteó y empezó a atacarlos de nuevo con ráfagas de luz que salían de su cuerpo. y gritó:
-¡¡Keira!! ¡Llévate a Alberich de aquí! ¡Yo los detendré!
-¡Esta bien!

Keria y yo corríamos, bueno en realidad yo cojeaba, estaba muy lastimado.

Todo lo veía muy borroso y ciertas partes en cámara lenta, uno de esos fue cuando miré hacia atrás y vi a Eon caer, tras sufrir 3 ataques de 3 diferentes lados. Traté de gritar, no pude, Eon había caído, los faros de luces UV estaban siendo destruidos...
Ruidos, luces, ráfagas negras, gritos, alaridos.
Distorsión....
Cuando volví a mi mismo estábamos rodeados por ellos, Keira les gritaba "Aléjense decadentes".

En ese momento me incorporé, estaba colgado de la mano de Keira, me puse a su altura, la miré...
le sonreí...
Nos quedamos viendo por unos segundos en los que parecía no haber nada, ni nadie más.
Y nos besamos. Fue un beso tan cálido sin malicia, tan fuera de los sentimientos y emociones malas... que nos protegió.
Miré a nuestro alrededor y vi que nos rodeaba una luz y que ellos no la cruzaban, a los lejos vi a Eleana su mano parecía estar mejor, pero ella no, se veía mal, se veía abatida, se veía triste. Nuestra luz desapareció y caí de nuevo inconsciente.

En ese momento salieron algunos de los "nuestros" a rescatarnos. En ese mismo momento ellos se retiraron...

Recuperé conciencia a eso de las 11 de la mañana... Keira estaba junto a mi, sus ojos no la dejaban mentir, había estado llorando, pregunté por qué....

-Alberich, estuviste muchas horas inconsciente. Pensé que te perdería...
-No, no me perderás... no, aún no.
Me abrazó... pero no dejaba de llorar...
-Alberich... Eon murió....