La noche es muy oscura, más de lo normal, las sombras de los retratos perdidos nos acechan, la luna esta cubierta por algunas nubes. Hay pocas estrellas y sigue haciendo frío.
Estaba sentada bajo un árbol escribiendo la canción más triste de la historia...
-Eleana, ¿puedes venir un segundo?
Me levanté y entré al teatro abandonado... bueno abandonado por la sociedad, porque aquí es donde habitan algunos de nosotros. Al entrar me llevé una gran sorpresa, pues en ese momento tenía lugar una reunión de muchos de aquellos que son cobijados por la luna.
Comentaban otra gran batalla que habría de tener lugar en unos días, pues habíamos terminado con uno de los líderes de el clan del sol.
Era como un carnaval de inmaculados por la oscuridad, un festín de deseos y una orgía. Mientras sobre el escenario se llevaba acabo una danza de cenizas.
Me senté en un rincón a contemplar a los comensales... Es muy difícil conocerlos a todos, de hecho no conocía a nadie, pues la estancia de muchos es efímera, cada quien va y viene a su gusto, sólo hay uno a quien he visto desde que volví a nacer bajo el signo de la noche.
Julien que a voz de rumores, sé que es de los más sabios.
Hago mención de él, porque se acercó a mi esa noche... Mientras contemplaba el descontrol de la noche, llegó con una sonrisa. Extendió su mano, la tomé y me pidió que saliéramos.
-Eleana, te he observado desde hace algunos meses... Y he de decir que me intrigan todos los pensamientos que me han llegado de tu mente.
-¿En verdad me has seguido y leído mis pensamientos?
-Es inevitable escuchar lo que piensas, pues tu confusión y tu tristeza piden a gritos ser consoladas.
-No sé que decir...
-No digas nada y mejor escúchame tu a mi.
La ignorancia es una bendición, ninguna sabia mujer ha fallado en decirlo, ni en lo que dicen: "La negligencia lleva a la perfección". Pero tu eres diferente, tu no olvidas, no abandonas.
-Mientras más trato de voltearme de la multitud, más siento que mi espalda es apuñalada. Por más que trato de escapar, más levanto el cuchillo, el cuchillo de el alivio contra toda la irrelevancia. Para por fin poder dormir durante las noches.
-Llamó tu atención una figura, una cara, vigilaste su lenguaje y sus palabras te sedujeron. Fue una plaga para tí.
-Caí en unos ojos cálidos...
-Un corazón que no estaba frío....
-Si...
-Ser perseverante condena... Ignoraste el dolor de todo este torniquete que te ata.
-Es ridículo ¿verdad?
-El karma fue esculpido por accidente Eleana, te dejaste llevar por un cuento de hadas... pero no escuchaste el cuento en el lenguaje de los fantasmas.
-Nadie me advirtió que los lobos vendrían a perseguirme.
-Tu siendo la víctima dejaste que rasguñaran y mordieran, cuando debiste de haber apuñalado. Por eso escogiste renacer bajo la luna Eleana, es una vida solitaria.
-Lo sé... Los fantasmas de mi vida mortal me acechan de nuevo, me dejé morder por los lobos. No creí que tuviera que clavar mis colmillos en el corazón de alguien más para poder sanar el mío.
-Es verdad, una parte para ti y que puedas sanar... y otra para los fantasmas del pasado, un rasguño en tu piel, una gota de sangre para dejarlos entrar en ti. Sus palabras provocaran una dulce fractura como de una pedrada, pero no hay palabras más sabias que las de tu propio pasado. Déjalos tener su festín en tu piel, déjalos que marchiten esa rosa que se esculpió por error y permite que la caída de sus pétalos te fortalezca.
-Julien... ¿Cómo es que te diste cuenta de todo? Mantengo mi mente cerrada...
-Ha,Ha... Eleana, tus ojos te delatan, pues lloran en silencio... Eres un ser hermoso, pues tienes el alma de un niño... inocente, aún sientes como uno y tratas de amar.
-¿Tu no tratas de amar?
-Yo lo hice... pero ahora después de tantos años creo que he olvidado como es eso de amar.
-¿Es eso lo que me espera? ¿Ser fría y miserable?
-No necesariamente... yo preferí bloquear mis sentimientos, y ahora creo que no puedo quitar el bloqueo.
En ese momento por fin crucé la mirada con Julien... Era hermoso y sabio. Sus ojos negros eran fríos... su cabello negro lacio, con su fleco detrás de la oreja... su boca formando una "M" perfecta, su nariz respingada...
Pero no pude más que mirarlo y sentir que el también pedía ayuda.
-Si Eleana, tu calidez me atrae, y te deseo... Ya no puedo más con este frío que me consume. Y sé que tu también me necesitas a mi.
Sus palabras me dejaron atónita, jamás creí poder llegar a ser la compañera de Julien. Soy la única que sé algo de él... y sé que puedo saber más y cobijar su corazón y enseñarle de nuevo a sentir.
En ese momento Julien me besó, un beso que él empezó con miedo, pero sentí como poco a poco se volvió un beso cálido y sin temor.
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1 comentario:
y la noche nos da vida....
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