viernes, 20 de marzo de 2009

La Marcha Fúnebre de los Ángeles. Capítulo VII: "Una Hermosa Mentira"

Desperté, me incorporé, tenía demasiada sed, tomé un vaso de agua de mi mesa de noche. Un momento, estoy en mi departamento, en mi cama... ¿Cómo llegué aquí? Debería estar en la casa secreta con Keira... Miré a mi alrededor, observando mi lugar, que bien se siente estar en mi hogar...

Volví a dormir, estaba muy cansado y mi cuerpo estaba muy lastimado. Ya entrada la noche desperté, pues escuché un vidrio romperse, abrí los ojos, Eleana traía una charola con comida, pero el vaso se le cayó.
No comprendía porque Eleana habría de estar en mi casa trayéndome la cena, me senté en la cama y ella puso la charola sobre mis piernas. y dijo- Come Alberich, te hará sentir mejor.- Empecé a comer, una sopa, que realmente me sabía delicioso, estaba muy contento de estar en mi casa.

Cuando terminé, Eleana retiró la charola y se sentó junto a mí... nos miramos a los ojos como hacía ya un tiempo que no lo hacíamos... sus ojos grises hermosos, sus labios... Acarició mi rostro... mientras lo hacía escuché su voz dentro de mi cabeza y me decía "perdóname".
-¿Te perdone de qué?
-Perdóname por todo lo que ha pasado y lo que esta por pasar.
-¿Lo que está por pasar? ¿De qué estás hablando?

-Verás Alberich, ayer ya que la tarde moría, estaba sentada en el bosque, cerca del viejo teatro, miraba hacia el cielo y vi volar una flecha en llamas, domino perfecto que eso significa desafío. Me acerqué discretamente a ver quién había lanzado el desafío y vi a Julien.
Me exhalté un poco, pues sabía que el desafío era para ti y sabía también que acudirías. Por lo tanto decidí seguir a Julien, pues sabía que las cosas no saldrían bien para uno de los 2... y sabía que tu tendrías las de perder...
De modo que mandé un búho a la casa pidiendo a Keira que te siguiera. Efectivamente Keira te siguió... pero la detuve afuera, la atrapé, pues ella era la excusa perfecta para evitar que Julien te eliminara.

-¡¿Qué?! ¡¿Qué le hiciste a Keira?!

-Yo sólo la puse en el lugar necesario para que distrajera a Julien, y funcionó, te salvé la vida Alberich...
-Pero ¡¿Y Keira?! ¡¿Dónde está?! ¡Tengo que ir por ella!
-No, Alberich tu no debes salir ahora, estás muy débil.
Eleana responde!¿Dónde esta Keira?
-Alberich, cuando Julien te estaba atacando, empujé a Keira hacia el manantial... Julien dejó de tocar para levantarla, ella estaba inconsciente. Julien la tomó en sus brazos y se la llevó. Te miró y se fue.
-¿Crees que Keira este bien?
-No lo sé Alberich... Dudo que Julien le haga daño, pero cabe la posibilidad que la deje a merced de los demás...
-Y eso significa...
-Puede ser nada o puede ser lo peor.

En ese momento Eleana se paró y salió de la ... Me quedé pensando en cómo salvar a Keira... Pero... ¿y Eleana?
Demonios... Eleana hizo todo esto por mi, por miedo a que me pasara algo. ¿Qué carajos pasa? Eleana debería ser mi enemiga, debería de odiarla por lo que hizo, y por tantos problemas que me ha causado... y sin embargo, ella sigue ahí.

La luna brilla en su máximo esplendor, me paré para verla bien, abrí la ventana, las brisas primaverales brillan con la luz de luna. ¡Por favor, señora blanca que iluminas nuestras noches... quema mis ojos y mis prejuicios, cégame ante la discordia y abre mi corazón, deja que sea él quien me guíe!



1 comentario:

Anónimo dijo...

los reencuentros inesperados son una de las mejores cosas que tiene la vida...