viernes, 5 de diciembre de 2008

El Sonido del Viento. Capítulo II: "El Sonido del viento"

Es verdad... Nadie cree, nadie confía.
Tenía pensado dar una larga caminata, es invierno, el sol ya se ocultó, aún queda un poco de luz, de modo que salí tal vez muy abrigado. La calle estaba casi vacía, pocas personas afuera, el cielo gris... frío.... mucho frío... y viento... el viento parecía murmurar... en algunos puntos parecía sollozar.
Encendí un cigarro, mientras lo fumaba seguía mi camino. El humo formaba siluetas en el aire, varias veces me han mencionado que tengo una manera peculiar de fumar, en verdad,me parece ridículo pero no me afecta.
Estando cerca de mi casa percibí una mirada, ahm era profunda y a la vez pesada, pesada al grado que decidí voltear. Ahí la vi por primera vez, una chica pálida de ojos grises, y cabello negro brillante, lacio, facciones finas. Delgada, y de estatura tendría un metro con setenta centímetros. Era... en realidad era hermosa.
De modo que cruzamos miradas, desde el principio supe que la volvería a ver, así que no le dije nada, sólo la miré. Ella bajó la mirada y el viento hacía volar su cabello lacio, su fleco le tapaba la cara con ayuda del viento, realmente era una imagen hipnotizante. Tiré el cigarro y miré hacia abajo para apagarlo con el pie, cuando regresé la mirada ella ya no estaba.

Regresando a mi hogar, preparé un poco de café, puse algo de música, un tema acústico... era confortante. El frío acechaba, el viento sollozaba cada vez más fuerte. La luna brillaba a la mitad. ¡Oh! mi fiel amiga, compañera de deseos, compañera de sueños, mi confidente. ¡Gracias por acompañarme de nuevo en esta fría noche!

Empezé a pensar en la chica de los ojos grises, en verdad había sido misteriosa su aparición y más aún su desaparición. El silencio de la luna me perturbó un poco, cómo si ya no confiara en mi, me decepcioné, cerré la ventana y la cortina, y decidí ir a dormir.

Eran las 4:25 de la mañana cuando abrí los ojos y la ví de nuevo, la chica de los ojos grises parada frente a mi cama sólo mirándome. Me exhalté, me incorporé rapidamente pero ella ya no estaba, la ventana estaba abierta, debí de alucinar, tal vez me dejó mas marcado de lo que pensé. Me levanté a cerrar la ventana y me volví a acostar, concilié el sueño rápidamente, pero en el proceso pensaba: "¿Quién eres chica misteriosa?".

1 comentario:

Anónimo dijo...

hermoso... me recordó a un sueño recurrente de mi infancia. Quiero saber que sucede después.