En la etapa donde la voz es ronca, ya no puedes gritar, forzas, y lastimas. Raspa, desgarras un alarido. Forcejeas y sigues corriendo. Sientes el frío en los pies, estás en los confines de tu vida entera, pues en un parpadeo de Artemisa la vida pasa.
Corro, corro, descalzo en la nieve, me escapé del hospital. Sé que me persiguen. Vuelvo a sentir emoción, pero a la vez la paranoia... todas esas voces, me hablan, todas me buscan, todas me queiren, todas me requieren. Mis manos cubren mis orejas, y los murmullos y voces incrementan, son inentendibles, sigo corriendo, mientras grito y suplico que se callen. El bosque empieza a volverse turbio, casi no filtra la luz lunar. Los captores dan vuelta atrás.
Las voces empiezan a sintonizar en armonía, son los ábroles. Es ella. No me atemoriza. Al contrario me complementa, estoy rodeado del frío que se acurruca en cada espacio de mi piel, rodeado de la noche, testigo de mi nacimiento y de mis plegarias. Y de bosque de lobos y búhos.
Murciélagos e insectos.
Las voces de aquellos centuriones y milenarios de madera, es tan cautivante, tan atemorizante e imponente. Su energía circunda. Se divisa en el negro los ojos de esas criaturas que vienen a mi llamado. Escuchan el cáos, es el momento, del silencio. Comienzo a elevarme, tomo cada escala para llegar al silencio absoluto.
Una vez dentro del trance, abro los ojos. Veo una lechuza blanca con ojos grises. Que me impide llegar a la luz de la luna. Abre las alas y exclama:
-Soy la voz de razón en tu decadencia, ya te perdiste, sí, también la perdiste, tu cordura ahora sólo alimenta mi ego entero. Con sutíl arrogancia te invito a que vengas. Entra tú y escudriña en mis ideas. Concuerdo en que no vas a encontrar ninguna idea adherida al concepto de tí.
-¡Oh! Tú bloqueaste la salida. Tú envenanaste a la propia serpiente.
Ese momento es un hoyo negro, sólo soy yo. ¿Se supone que sea suficiente?
Tomó el sacrificio de la esperanza dejarte ir. Dejé la vergüenza y la pena. Ahora entiendo... O tal vez no. ¿Qué tanto puede tomar de mi un espacio vacío? Ningún objeto puede tomar el espacio de otro. Ningún pecado puede sustituir una caricia, mucho menos la sensación de huir. La energía transforma y figura en siluetas efímeras de púrpuras y negros.
Esclarece.
-"La noche se torna más oscura justo ántes de amanecer".
-Sí, es cuando la luna se esconde, como una pequeña niña.
Al momento del rocío de la mañana, la neblina pálida adorna con cierta tensión e incertidumbre el aire boscoso. Los cantos de los cuervos se unen al unísono. Corre suavemente, hasta el dulce río. ¡Ven! Llénate los pulmones de sombra, la misma que en el concreto. Regocíjate en el agua, y siente las ondas en ella.
En la corteza del árbol encontré las iniciales de una pareja en un corazón. En un corazón, como un juramento de amor eterno. Faláz.
Al lado del árbol grabado, se encuentra la bereda que lleva a las ruinas de gloria y lamento. De ellas se desprenden más murmullos, sedentarios de raíz, viajeros en polen. Es un altar de vehemencias infiltradas en la luz nerviosa del sábado.
Me hinqué ante semejante altar. Y te ví, te aluciné Eres tú, provocando. Alterando, escondiendo los pétalos debajo de tí. Eres tú y estás de vuelta....
-Toma mi forma, mis alas, mis ojos. Está vez vine por tí.
Me elevo, me elevo tan alto, a la altura de la imaginación, me comparo con ideas de niños, dibujos infantiles de paisajes y creaciones mounstruosas dignas de la mente ingenua y genio de 5 años. A la altura de donde ya no hay malicia. Donde estás tú.
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1 comentario:
aaaaagghh!!! que mas??? me niego a esperar 4 meses para saber que sigue...
"...estoy rodeado del frío que se acurruca en cada espacio de mi piel, rodeado de la noche, testigo de mi nacimiento y de mis plegarias. Y de bosque de lobos y búhos."
se de que hablas... el lugar en el que me encuentro en este momento inspira a pensar en deseos nocturnos mas de lo normal...
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