jueves, 10 de abril de 2014
lunes, 25 de julio de 2011
Libro II. La Marcha Fúnebre de los Ángeles. Capítulo IV: "Azrael".
Bienvenido al reino de los ángeles. Es una belleza incomparable. Ímpetu majestuoso.
-¿Escuchad el sonido Alberich? ¿Alcanzáis a escuchar la tonada?
- Es la luz, la bienvenida de los ángeles.
Son los coros celestiales más impresionantes que haya escuchado.
Es un pasaje lleno de historias de muerte. En todas y cada una de ellas, hay una historia de desenlace incongruente. Tristeza, sollozos, alivio, sonrisas, esperanza, fé, alegría, odio, rencor, cariño, enojo, resignación, amor, felicidad, agonía. Todas producto del propio pensamiento de almas incomprendidas. Disueltas. Egoístas.
Conservé mi asombro hasta el final, encallando en el cielo celestial, balbuceando, anonadado. Viendo las cuerdas doradas de las lyras de los arcángeles. La paz irradia sensibilidad y sensatéz. Pacifidad. Pero vagamnete respira el aire de incertidumbre. Ignorancia.
Mientras contemplo todo lo que deslumbra el alrededor, me asechan miradas, soy el blanco. Vaya ironía, estoy vestido de negro. Y todo lo negro me rodea. Percibo una mirada conocida. Alguna vez la sentí ántes.
Conforme camino sobre un campo de nubes, siento el peso de mi cuerpo. Me quedo en el suelo, la carga es demasiado pesada, sólo puedo mover la cabeza y los ojos. Cuando miré hacia arriba vi una entrada magnífica, una puerta dorada, se abre y unas trompetas angelicales empiezan a sonar.
La música es hermosa, pero las nubes se discipan, pierdo el apoyo... Estoy apunto de caer...
-¡Alberich! Esta es la entrada al reino de la luz.- Se acercó una figura en túnica blanca, no pude verlo bien, puesto que su aura era totalmente deslumbrante, pero su piel era oscura. -Este no es un lugar para tí Su Oscura Majestad. La luz es exclusiva para todo aquél que pueda dejar atrás los pensamientos negros.-
Las nubes que sostenían mis manos y mis piernas desaparecen por completo y caigo, mientras él ríe.
Fui cayendo rápido, vi el cielo, la sociedad se ve más cercana cada vez, atravesé rascacielos, altos edificios, hasta llegar al fondo de la botella de algún desamapardo fundido en alcohol... Y de ahí al averno, pero ya no me atemoriza. Los ecos esta vez me llaman, estoy confinado. Cuando caigo, estoy justo en medio del fuego, sin embargo me levanto y mis alas de plumaje negro se abren. Vuelo mientras contemplo los círculos del infierno. Y justo enmedio veo un encapuchado negro. Llego a dónde está y la llamas de alrededor son atenuadas inmediatamente, él convierte todo en frío. Veo una oz y de él empieza a salir energía negra, llena de sombras y gritos. Su energía me paraliza. Y ya inmóbil escucho su voz.
-Su Majestad, es necesario que comprenda por qué está aquí... Desde tiempos inmemoriables la luz y la oscuridad fueron una sola dualidad capáz de complementar la magia y la ciencia y hacerlas una misma. La luz siempre fue la verdad, representante de los hechos y la realidad. La oscuridad era el misticismo y lo inexplicable. Trabajaban juntos, hasta que por alguna extraña razón los señores de la Luz decidieron separar la dualidad, fue un ataque sin previo aviso, una traición.
Ellos decían que los seres de la noche jamás podrían pisar el cielo porque lo profanarían, al momento de correr a toda la oscuridad del Reino de la luz, la dualidad quedó quebrada, la luz se elevó, iluminando la mitad del día y dando energía para que la vida mortal continuara.
La Parte oscura de la fuerza se rompió en muchos más pedazos, provocando que los espíritus de la noche se enojaran y toda esa magia se expandiera y se mezclara con odio y belleza, los bellos espíritus de la noche se convirtieron en ánimas y espectros, los guardianes de la noche se petrificaron, algunos otros guardaron sus almas dentro de los árboles, y asignaron a los búhos y lechuzas para resguardar sus lechos de muerte y agonía y para que cuidaran a la luna, la única representante de toda esa belleza que alguna vez representó la oscuridad. Algunos ángeles y arcángeles se revelaron, fueron desterrados del cielo. Sus hermosos rostros fueron envejeciendo, de tanto miedo y enojo se convirtieron en demonios. Los fantasmas decidieron poseer a los vivos. Y algunos de nosotros fuímos asignados para tomar almas, otros para condenarlas, otros para enjuiciarlas...
Su Majestad, Yo soy Azrael, De la estrella Malak Al-Mawt, en las religiones se me conoce como Abu Yaria, Mordad, Tánatos. entre otros nombres. Mi misión no es para traer desgracias o pesares sino para traer paz y tranquilidad a las almas que se encuentran en el estado de transición de la vida a la muerte o de la muerte a la vida como lo quieran ver. Escribo y borro nombres del gran libro, lo que yo escribo es el nacimiento de un hombre, y lo que borro es el nombre del hombre que morirá.
Tengo todo un ejercito alado a mis órdenes. Y estoy a su servicio.-
Se arrodilló ante mí.
- Los demonios se han encargado de deshacerlo todo, de llevarlo todo a la maldad, corrompieron las almas humanas de algunos líderes. Y les otrogaron los 7 pecados capitales. Llevando la humanidad a la perdición, la era de los hombres está por terminar... Pero las piezas de la dualidad aún existen. Sólo hay que unirlas de nuevo. Pero para eso, habrá que bajar a los cículos del infierno hasta encontrarlas, y tendremos que formar alianzas con todos aquellos que el odio y el rencor los has consumido y desgastado, el confinamiento y encierro en los avernos, los ha hecho enemigos de todo. Ha despertado maldad en ellos. Y finalmente habrá que entrar al reino de la luz, porque la luz sigue intacta en el templo del sol en lo alto del monte olimpo. Donde habremos de tener la más cruenta batalla entre los distintos lados de la misma fuerza.
Su oscura majestad, es necesario que regrese a el mundo mortal y empiece el llamado a los espíritus de los bosques, de las montañas y a los búhos guardianes...-
Azrael abrió su mano y me transportó...
Abrí los ojos. Sigo dentro del bosque... El hospital está a unos kilómetros y a mi alrededor toda una jauría de lobos. Me puse de pie. Abrí mis alas hacia el sol de media tarde, casi anocheciendo y los lobos empezaron a aullar, empecé a hacer una danza con ellos para despertar a los bosques y a los guardianes...
domingo, 30 de enero de 2011
Libro II. La Marcha Fúnebre de los Ángeles. Capítulo III: "Re(encuentro)".
Corro, corro, descalzo en la nieve, me escapé del hospital. Sé que me persiguen. Vuelvo a sentir emoción, pero a la vez la paranoia... todas esas voces, me hablan, todas me buscan, todas me queiren, todas me requieren. Mis manos cubren mis orejas, y los murmullos y voces incrementan, son inentendibles, sigo corriendo, mientras grito y suplico que se callen. El bosque empieza a volverse turbio, casi no filtra la luz lunar. Los captores dan vuelta atrás.
Las voces empiezan a sintonizar en armonía, son los ábroles. Es ella. No me atemoriza. Al contrario me complementa, estoy rodeado del frío que se acurruca en cada espacio de mi piel, rodeado de la noche, testigo de mi nacimiento y de mis plegarias. Y de bosque de lobos y búhos.
Murciélagos e insectos.
Las voces de aquellos centuriones y milenarios de madera, es tan cautivante, tan atemorizante e imponente. Su energía circunda. Se divisa en el negro los ojos de esas criaturas que vienen a mi llamado. Escuchan el cáos, es el momento, del silencio. Comienzo a elevarme, tomo cada escala para llegar al silencio absoluto.
Una vez dentro del trance, abro los ojos. Veo una lechuza blanca con ojos grises. Que me impide llegar a la luz de la luna. Abre las alas y exclama:
-Soy la voz de razón en tu decadencia, ya te perdiste, sí, también la perdiste, tu cordura ahora sólo alimenta mi ego entero. Con sutíl arrogancia te invito a que vengas. Entra tú y escudriña en mis ideas. Concuerdo en que no vas a encontrar ninguna idea adherida al concepto de tí.
-¡Oh! Tú bloqueaste la salida. Tú envenanaste a la propia serpiente.
Ese momento es un hoyo negro, sólo soy yo. ¿Se supone que sea suficiente?
Tomó el sacrificio de la esperanza dejarte ir. Dejé la vergüenza y la pena. Ahora entiendo... O tal vez no. ¿Qué tanto puede tomar de mi un espacio vacío? Ningún objeto puede tomar el espacio de otro. Ningún pecado puede sustituir una caricia, mucho menos la sensación de huir. La energía transforma y figura en siluetas efímeras de púrpuras y negros.
Esclarece.
-"La noche se torna más oscura justo ántes de amanecer".
-Sí, es cuando la luna se esconde, como una pequeña niña.
Al momento del rocío de la mañana, la neblina pálida adorna con cierta tensión e incertidumbre el aire boscoso. Los cantos de los cuervos se unen al unísono. Corre suavemente, hasta el dulce río. ¡Ven! Llénate los pulmones de sombra, la misma que en el concreto. Regocíjate en el agua, y siente las ondas en ella.
En la corteza del árbol encontré las iniciales de una pareja en un corazón. En un corazón, como un juramento de amor eterno. Faláz.
Al lado del árbol grabado, se encuentra la bereda que lleva a las ruinas de gloria y lamento. De ellas se desprenden más murmullos, sedentarios de raíz, viajeros en polen. Es un altar de vehemencias infiltradas en la luz nerviosa del sábado.
Me hinqué ante semejante altar. Y te ví, te aluciné Eres tú, provocando. Alterando, escondiendo los pétalos debajo de tí. Eres tú y estás de vuelta....
-Toma mi forma, mis alas, mis ojos. Está vez vine por tí.
Me elevo, me elevo tan alto, a la altura de la imaginación, me comparo con ideas de niños, dibujos infantiles de paisajes y creaciones mounstruosas dignas de la mente ingenua y genio de 5 años. A la altura de donde ya no hay malicia. Donde estás tú.
martes, 23 de noviembre de 2010
Libro II. La Marcha Fúnebre de los Ángeles. Capítulo II: "Apertura"
Aquí me despiertan para ir a desayunar, una bandeja de plástico con un vasito con píldoras, mis eternas amigas. Como las porquerías que nos ponen enfrente, voy a terapia, personal con un doctor qué parece más perdido que mis propios deseos.
Sí, sigo en búsqueda de tí, un travesía por el espacio entero hasta el hoyo negro de tus ojos grises. Sí, tal vez quisiera a veces escapar, pero por reglas de la física todo es en círculos, siempre voy a derivar en tí. Atravesé hasta los sueños más pútridos y acepté los destierros a los que me sometí. Ya hasta las mentiras carecen de sentido, son compuestas en palabras y versos, a veces hasta la prosa se niega a hablar más de ellas. Es como si el invierno negara a la primavera, o el otoño al invierno.
Ya los mares fluyen desde lo más recóndito del centro de mi vasto reino. El cielo es más azul... aunque los atardeceres casi siempre son rojos. Los eternos hielos no se derriten, se evaporan. En el cielo se condensan y migran, a congelar la piel más herida. Las brigadas de nieve siempre siguen el invierno. Persiguiendo el aire frío de todos los atardeceres grises... Y al blanco y negro, siempre blanco y negro. En absoluto silencio. Ahora en sueños las aspiraciones cálidas están atrás. Queda la realidad. Queda la existencia. Queda la eternidad.
Queda la verdad enterrada, el tesoro de magnitudes históricas, el simple templo del saber, pero ellos creen que porque mi templo del saber es mucho más oscuro, estoy perdiendo la noción de la realidad. En fin, salgo, me sientan, me da ansiedad, las pastillas son más nocivas de lo que aparentan, sin embargo sales, escapas. No existe nada, sólo tú y tu sombra. Tú y la oscuridad.
Un año transcurrió, la ví a los ojos, vi a la muerte de frente, inclusive viví un momento entre sus manos. Los rezos de un ángel me salvaron. Aún así, me visto de negro, blanco y negro. Incineré mis pecados en el fuego. Él no me olvidó. Sólo me castigó a esta eternidad intangible y de revés.
¡Caos, caos, caos, caos, caos! Ya recuperé la energía directa. Una descarga de electrónes.
Abro los ojos. Y sí, estoy en un manicomio. Pero puedo escapar, llegó el momento de ir a reclamar mi trono lunar.
A fin de cuentas, por eso se me llamó MAJESTAD.
lunes, 8 de noviembre de 2010
Libro II. La Marcha Fúnebre de los Ángeles. Capítulo I: "Colapso"
Y los mártires se sobredosificaron. Todo es bipolar, aquí los polos opuestos sí se rechazan. Puedes caminar por meses, y nunca llegarías a ningún lado, pero si volteas para arriba sabes que tienes que escalar. Aquí no hay más ofensas, por que si te ofendes significa que no has aprendido nada. Aquí la oscuridad sí predomina, pero redefínela. Creces de adentro hacia afuera, no atrayendo cosas adentro.
Es el camino del psicópata, es la sonrisa del demente, es la mirada del sociópata. Aquí tú idea más original, es un gargajo de cualquier genio que ya pasó. Allá nadie es auténtico, todos caen en el mismo sistema y funcionan igual, nadie se da cuenta que usar y manipular el sistema es igual o más fácil de controlar. En mi boca ya pereció la felicidad, y de la "A" la "Z" todas mis palabras son dignas de matar, pero... ¿De qué sirve aniquilar al abecedario? Mejor utilizarlo para crear, desde las palabras y las frases, hasta versos incongruentes escondidos en la novela de algún maniaco depresivo.
Me hostiga... ¡La oscuridad me hostiga!
¡Demonios! Soy yo de nuevo. Me conscienrne saber el paradero de mi arrepentimiento y de mis desdenes de prudencia. Convertí mis sueños en en caricias concubinas, voltée las delicias del pecado y las hice dignas de un festín. Los dioses ya no se paran por aquí, más que Tánatos e Hípnos, uno viene a recordarles a todos que se están muriendo, el otro siembra ideas en sus sueños, y las controla. En el inframundo sólo queda una pequeña flama titiritante. La luna es más sombría, es quien marca lo lúgubre de mis amaneceres. Por fin, estoy donde pertenezco, soy como un tiburón en sus aguas oscuras. "El que camina sin temor entre los muertos". Irónicamente hablando, estoy más vivo que los que se jactan de vivir, pero la realidad esque soy parte de esos himnos de lamento.
Ahora yo controlo el viento, soy el director de orquesta y ahora interpreta su réquiem para mí. ¿Escuchas ese silencio? ¿Ese silencio en particular? Ese silencio es la bienvenida de los ángeles caídos...
Gula, lujuria. ¡Bienvenido! Avaricia, Pereza. ¡Contempla! Ira, soberbia. ENVIDIA.
Esta ya es una orgía sin desdicha, es una orgía de placeres inmersos en sí mismos. Pero esta vez el negro predomina! ha, ha, ha, ha! El festín carnal comienza, es un carnaval de suculentos placeres y excesos. Camerinos llenos de tendencias, convergen con las carencias. Ironías de goze, incubinos y succubinos, alteraciones químicas, reacciones físicas. Mientras me aproximo, siento asfixie y continúa en incremento. La iluminación es ténue convierte las sombras en eternos destellos de apariciones y fracciones de tiempo. Las frecuencias avanzan en armonía y tensiones. Me siento uno con ella. Los ojos se van cerrando, creando el entorno completamente negro. Fragmenta los colores. Los suelos se convierten en colchones, los sillones alimentan las perversiones.
Fraudulento es el criterio que rige por aquí, amor suena a incongruencia demencial, es más ya nisiquiera suena. Los momentos ser perdieron, el tiempo permanece. He visto cambiar las estaciones, el invierno continúa bailando vestido en blanco y negro.
Es muy silencioso, tanto que mis pensamientos aún acarician mis arrepentimientos. Los sentimientos se perdieron hace años, ya no distingo el frío. Camino en el hielo, y sigo orgulloso de quien soy, el dolor es amíbgüo, la eternidad espera y el mundo es mío para devorar. A veces, muy rara la vez, recuerdo esos hoyos negros en tus ojos, la fuerza de gravedad me atrajo hacia ellos, malditos ojos grises. Por tí estoy aquí, asumiendo la oscuridad...
martes, 25 de agosto de 2009
Cofre de Secretos.
Temo cuando parezco olvidar,
y es ahí cuando me aferro a su recuerdo.
Nada permanece, excepto las heridas.
No, el tiempo nada cura.
Las lágrimas verdaderas brotan
Pues es en mi corazón, donde se encuentra el dolor más grande.
y sin embargo, para tí, ¿El sigue siendo desconocido?.
Mis ojos te han mirado de nuevo,
y es en mi deseo dónde se ve coronada otra derrota.
Cada vez estoy más débil en el miedo.
Escúchame en mi obscuridad,
ya que mi corazón no puede despertar a la alegría.
Besa mis heridas, tal vez eso cure mi alma.
Liberarme, completame
Si para mi no hay luz, dame una espera sin luces al menos para caminar en ésta soledad.
Y cuando termine el camino, conocerte de nuevo por el mundo y rehacer promesas rotas.
Por: Kira.
Gracias Kira. Siempre unas de mis más fieles lectoras y amigas. Sabes que ayudaste mucho a que terminara la novela.
Un amor fugaz, raro a decir verdad...
Fuego y hielo; Luz y oscuridad...
No podrá vivir sin luz, no podrá existir sin oscuridad... Puedo ser el bien, puedo ser el mal.
Tú: Aquel que dices "no" sin conocer, aquel que juzga sin saber... Déjate llevar por tu ser y trata de entender y conocer...
La luz se compone por paz y tranquilidad, pero la oscuridad tiene distintos matices de nostalgia, amor y miedo juntos...
La oscuridad nunca será la ausencia del color, si no, la union de ellos...
Gracias MinezhaCore! :)
el tiempo parece dar marcha atras, los arboles parecen refujiarme bajo sus hojas...
pero el viento me golpea con gran fuerza...como si me reclamara algo.
los deseos son apagados por la desilusion & el miedo a la soledad me lleva a confundir mis sentimientos y mi camino...
el cielo parece llorar...
los murmullos se oyen,me agitan, me extresan...es frustrante..
sus voces son tan punsocrantes..tengo miedo.
no no tengo miedo...es la nostalgia que me asecha..
los arboles me refugiaban..
el viento me golpeaba, sollosaba & el cielo, el cielo lloraba..
¿& que podia yo hacer?...nada...
cada quien escoje su camino...cada quien hace su destinoo
La Marcha Fúnebre de los Ángeles. Capítulo XIII: "Eterna Oscuridad".
Ha pasado un largo tiempo, estoy tranquilo, todo ha estado bien...
Hoy desperté, el ambiente se siente extraño, algo cambió... me levanté, me vestí y subí a la azotea. Estaba cerca de oscurecer, la tarde era rojiza, el viento era frío y punzo cortante, era difícil respirar de tan frío que era.
Bajé de regreso a mi casa. Prendí la calefacción y me senté en el sofá, sigo agotado, de modo que me acomodé y pronto volví a dormir.
Empecé a soñar conmigo mismo cayendo a un hoyo blanco, pero justo antes de caer todo se convertía en negro, después todo giraba entorno a los ojos de Eleana hasta quedar sumergido en su pupila.
Desperté sudando frío, en estos meses he estado pensando en Eleana, he querido llamarla, pero algo me lo impide, no sé, eso ha sido día tras día durante meses... Ya es de mañana, me bañé, hice todo lo que tenía que hacer, regresé por la tarde a mi casa, estaba muy nublado y oscuro, aunque aún faltan un par de horas para que anochezca. La tarde se siente melancólica, pues sus árboles lloran y su cielo se esconde, el viento acaricia a los árboles de manera de consuelo, pero ellos sólo hacen movimientos circulares.
Las nubes forman figuras espectrales perdidas en sus pequeñas gotas. Y la luna, ¡Oh! hermosa mía, no podrás brillar con tantas nubes cubriendo el cielo!
Preparé un café, y abrí mi cuaderno para escribir, encendí un cigarro le dí un par de fumadas y lo puse en el cenicero, me distraje varios minutos pensando en mis sueños. Nunca llegué a nada coherente, aunque esa vibra extraña seguía viniendo.
Mientras el viento frío soplaba. Y parece un murmullo... cómo si los ángeles me hablaran.
Algunas gotas de lluvia caen, pegan en la ventana y escurren en el vidrio. Parecieran lágrimas.
Sí, la tarde se marchita, mi café ya se enfrió y mi cigarro se consumió. Pensaba en llamarte, pero una vez más, preferí no hacerlo. No, No de nuevo.
Desconecté los teléfonos, no quería saber de nadie. Te sentía cada vez más cerca, por lo menos presentía la llamada. Sin embargo, entraban y seguían entrando las llamadas... No sé, no busqué una explicación, aunque sabía perfecto que no tenía sentido. De modo que lo dudé, me senté viendo al teléfono. Lo tomé cuando volvió a sonar... Contesté, por fin me harté del timbre del teléfono.
-Ábreme.- Dijiste.
Abrí la puerta, eras tú... Quise ser expresivo, pero no pude, era un momento de confusión. ¿Por qué viniste si no te llamé?
Hasta que por fin... Volteaste... tus ojos eran inexpresivos, pero en mi reflejaban perturbación.
Bajaste la mirada y susurraste: "Este es el sonido del viento... La marcha fúnebre de los ángeles... La bienvenida de la oscuridad..." volteaste de nuevo y dijiste: "SHHHH... Alberich, *Ilumina esta eterna oscuridad...
lentamente la luz brilla en ti, las puertas de gracia para ti y para mí...
Engaña a tu inquieto corazón...
Siente la pequeña llama parpadeante, que consume a la noche para alumbrarte el camino del miedo al que te aferraste.
Pero ahora, sabes a donde perteneces, léjos de sus dioses que curan todas las heridas e iluminan nuestra eterna oscuridad.
Solitaria la llama brilla en ti, alumbrando las tumbas de fuego, alimentando tu corazón.
Débil fue la línea de luz que te mantuvo lejos de la crueldad y de la ternura encerrada. Salvando tu alma, nunca más.
Ahora sabes a donde perteneces... léjos de sus dioses que curan todas las heridas e iluminan esta eterna oscuridad...
que entierra mi verdad justo en tus brazos...
que alaba la tumba de nuestro desolado amor...
que cura todas las heridas...
e ilumina esta eterna oscuridad...
Bienvenido Su Oscura Majestad.
*Gracias a HIM, por su hermosa inspiración, utilicé "Endless Dark" para el final (si es que le puedo llamar final), creo que fue lo más apropiado. Gracias a todos por leer. Aprecio mucho que lo hayan hecho.
con Cariño.
Bennet-ash eta.
P.S. Si alguien desea dejar alguna respuesta, con gusto la publicaré en un archivo que llamaré "Cofre de Secretos".
De modo que porfavor, haganme saber si desean que la publique poniendo un ? en el título del comentario. Y por favor sólo publicaré los comentarios de este capítulo.